2 de diciembre de 2013, 0:13
El Barça consumó este domingo en San Mamés su primera derrota en el campeonato de Liga gracias al gol de Muniain, que supone también la segunda consecutiva tras caer el pasado martes en el Amsterdam Arena ante el Ajax
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Dos derrotas seguidas es algo que no ocurría en el FC Barceloina desde hace nueve meses y hará, a buen seguro, que el equipo azulgrana llegue este viernes a Cartagena encorajinado, furioso y dispuesto a dar su mejor cara sin hacer la más mínima concesión. En suma, van a tratar de limpiar su imagen en el Cartagonova dónde ya tiene prohiíbido el más mínimo despiste.
Ganó el cuadro de Valverde gracias a un gol de Muniain n el minuto 70 de partido tras un robo de balón de Ander Herrera. Se vació el Athletic y el Barcelona sólo encontró respuestas en un rato en la primera parte, tal vez en los 20 primeros minutos.
Tras el tanto de Muniain, el equipo de Martino apenas encontró respuestas y tuvo que conformarse con aceptar una derrota dolorosa porque deja al Barça con la sensación de haber entrado en un bache. Dos derrotas consecutivas no se recuerdan en Can Barça desde hace mucho tiempo y ahora viajarán hasta Cartagena con la mosca tras la oreja ya que los futbolistas saben que no pueden permitirse el más mínimo despiste en el Cartagonova.
El Barcelona sólo encontró respuestas al despliegue local durante un rato en la primera parte. En el segundo acto, sobre todo tras el tanto del Athletic, decepcionó. Dos derrotas en cinco días dejan sin discurso a un equipo que ante la falta de juego se aferraba a los resultado.
Dijo Martino antes de viajar a Bilbao que el partido ante el Athletic Club marcaría el estado real del Barça. Pues, ha quedado claro que el señor Tata tiene un problema gordísimo entre manos. Exceptuando 20 minutos mal contados del primer tiempo en los que el Barça jugó a algo reconocible, el conjunto catalán ofreció una imagen de años oscuros que viene a desnudar cualquier excusa. Sin presión, sin intensidad defensiva, sin continuidad en el juego, sin posesiones, sin mala leche y sin crear peligro, los barcelonistas ofrecieron de nuevo una actuación paupérrima tanto a nivel colectivo como individual.
El Athletic, en cambio, siempre supo reponerse a los malos momentos. Dio la sensación de que Valverde siempre tuvo el partido donde quiso. Y en los momentos en los que no lo tuvo, volvió a reconquistarlo en cuestión de minutos. Así, continuamente hasta que a partir del gol de Muniain ya no hubo vuelta de hoja.
El Barça, incluso puede dar gracias de no haber salido más castigado de San Mamés. Ahora le espera la prueba del Cartagonova. A priori deberá de ser más fácil pero también es verdad que eleva la moral de un Cartagena que no va a estar dispuesto a ponerselo fácil. Saben que si corren y pelean el Barça puede sentirlo. Van a llegar heridos y eso anima más el encuentro.
