El concejal de deportes, Ricardo Segado, daba a conocer esta tarde de lunes, cuando las lluvias desaparecieron -de momento, pues la previsión indica que la amenaza acabará el miércoles- que las brigadas del Ayuntamiento tuvieron que emplearse a fondo para solucionar muchos problemas en el casco urbano y barrios, y en especial en los aledaños del estadio Cartagonova, parcialmente inundado por la tromba de agua que descargó.
La explanada del Cartagonova estaba anegada por las aguas y achicarlas fue dura tarea. Entre las 13:00 y las 14:00 horas dominaba una tromba de agua. Ya en el interior del recinto deportivo hubo zonas que proporcionaron trabajo para que la normalidad volviese con el uso de las bombas. Los fosos, que en bastantes estadios ya han pasado a mejor vida, eliminados, acogieron mucha agua.
Por fortuna, el terreno del estadio, con todos sus problemas, dispone de un buen drenaje. Todos los años se suele plantear la conveniencia de levantarlo totalmente pero no se lleva a cabo la operación que recomiendan los expertos. Aun así el Cartagonova no es proclive a la suspensión de encuentros de fútbol por las lluvias. Décadas atrás el desaparecido Almarjal no admitía una lluvia de 5 litros por metro cuadrado y las inundaciones en él eran frecuentes.
La plantilla del Cartagena que no abusa de utilizar para entrenamientos el césped del estadio, esta semana tampoco va a poder ejercitarse en él, ya que el terreno precisará atenciones especiales para que en el próximo partido casero, con el Almería B, en la quinta jornada de Liga, esté en las mejores condiciones.
