Barcelona B: Oller (2); Montoya (1), Armando (2), Bartra (2), Planas (1); Muniesa (1), Rafinha (2), Riverola (1) (Espinosa (1) , min.65); Delofeu (2), Femenía (2) (Lobato (1), min.58) y Rodri (1) (Dongou, min.85).
Cartagena: Reina (0); Gaspar (1), Abraham Paz (2), Josemi (2) (Cleber (-1), min.70), Kijera (1); Mariano Sánchez (2), Collantes (2), Álvaro (1) (Dimas (1), min.57), Héctor Font (1) (Raimondi (1), min.57), Lafuente (2); y Braulio(1).
Goles: 1-0, min.2: Deulofeu. 2-0, min.44: Muniesa. 3-0, min.90: Rafinha. 4-0, min.90+: Deulofeu.
Árbitro: Alfonso Pino Zamorano (colegio castellano-manchego). Amonestó a Álvaro (min.54), Dimas (min.78) y Kijera (min.84), y expulsó por doble amonestación al visitante Mariano Sánchez (min. 42 y 67).
Incidencias: Vigésimo cuarta jornada de Segunda División, disputado en el Miniestadi del Barcelona ante 1.563 espectadores.
LA CRONICA
Por GUILLERMO JIMÉNEZ
Se sabía que el Miniestadi era últimamente un estadio imposible para el Cartagena. Recuerdo una vez en que en fase de ascenso el Cartagonova CF de Florentino Manzano encajó cinco goles en el pequeño recinto azulgrana, cuando el hoy campeón mundial Puyol ya destaca en la defensa del filial.
Hoy han sido cuatro los balones alojados en la meta de un Reina otra vez poco acertado. Y además, el IVA añadido, el arbitraje de un colegiado especial: Alfonso Pino Zamorano. El madrileño inscrito en el Colegio de Castilla La Mancha, como el ex presidente autonómico de su Comunidad, Barreda, el que no quiso dar el agua del Tajo a las aguas de la Región, le cortó la respiración a los de Carlos Ríos al expulsar a Mariano, sin razón. Era en el minuto 66. Dos amarillas al pinatarense. La segunda, de risa.
El Barcelona B, a imagen y semejanza del primer equipo de Guardiola, que toca y toca el balón y al que es difícil ponerle freno, tuvo el acierto de marcar a los 2 minutos con un trallazo de Delofeu, con muy poco ángulo de tiro, ya puso el peso de una mochila incómoda en las espaldas del Cartagena, que anduvo despistado y sin tomar el aire al partido. El Barça chico se animó y los amarillos de CR comenzaban con lastre. Con peso en su ánimo frente a uno de los rivales más técnicos de la categoría.
El entrenador de Sanlúcar sacó una alineación con sorpresas. Ningún medio acertó la quiniela del once. Jugó sus bazas pero no esperaría Carlos que en los primeros pasos del partido llegase el 1-0. El Barsa jugaba con mucha alegría y era superior, el sistema defensivo visitante era desbordado.
El Cartagena estuvo atolondrado, desconcertado, sin encontrar el sitio y el único cartagenerista que ensayó el tiro a portería fue Juan Collantes. Ese desconcierto no duró todo el partido se rehízo después, ya en la segunda mitad, pero cuando mejor coordinaba ofensivamente Pino Zamorano sacó la guadaña y decapitó las ilusiones cartageneristas. La expulsión de Mariano Sánchez confirma que el colegiado que esta semana le tocó en desgracia al cuadro albinegro era a priori una mala noticia. Hay muchos antecedentes y nadie se percata de ello en la Organización Arbitral.Pino Zamorano ya fue descendido a Segunda, por malo, y por lo visto va de mal en peor y hace de su capa un sayo. Este domingo se cargó las teóricas posibilidades del Cartagena, como otros días ha hecho con otros clubes.
Al Cartagena le ocurrió además lo peor: recibir el 2-0 antes de llegar al tiempo de descanso. La timidez atacante de los visitantes contrastaba con la agilidad de los azulgranas en sus movimientos, con jugadores que desbordan como Delofeu, como Kiko Femenía o Rafinha. Mas en la reanudación el equipo abocado a pelear por la salvación en una Liga harto complicada fue otro en la segunda parte, predispuesto a seguir el lema de CR: “Morir matando”. Jugó con más fe, presionó mejor, tuvo ocasiones de gol y el redondeo del marcador hasta llegar a un injusto 4-0 fue en la fase de prolongación cuando los de Esteban marcaron los tantos tercero y cuarto.
La actuación cartagenerista merece elogios por lo ofrecido en la segunda mitad. El marcador es rotundo, tan rotundo como engañoso. Carlos Ríos hizo jugar a Raimondi y Dimas desde el minuto 56 y con diez hombres desde el 66 no le perdió la cara al partido. Si ante el Hércules el mazado de los goles fue decisivo para el decaimiento, en Barcelona no hubo desfondamiento porque hasta el final se buscó la portería de Oller, quien hubo de acertar en el minuto 81 en un mano a mano con Collantes y en el 89 en un cabezazo de Abraham Paz. Evitó el meta catalán que el Cartagena acortase distancias en el marcador, cuando lo visitantes actuaban con defensa de 3. Y ya en el tiempo añadido Rafinha colocó el 3-0 en una jugada de malabarista y segundos después Delofeu cerraba el partido con un tiro raso que no supo detener Manu Reina.
Tampoco el Barça B es un rival en la liga particular del golpeado Cartagena (como saco de boxeo); su liga de verdad, con sus rivales auténticos, arranca en la próxima jornada. Sabadell, después Alcorcón y los que vienen. Aguardar un triunfo en el Miniestadi era una tarea imposible. Es verdad que el equipo de Eusebio Sacristán no precisaba la ayuda de Pino Zamorano.
