29 de febrero de 2016, 18:04
Parra había nacido en Blanes, Gerona, el 22 de septiembre de 1925. Sus inicios futbolísticos fueron en el colegio de San Pablo del Campo (Barcelona). Posteriormente debutó en el Club Esportiu Júpiter, y más adelante jugó en el Poble Sec, siendo traspasado al Terrasa. En 1947 llegó al Real Club Deportivo Español, donde permaneció la mayor parte de su carrera hasta que se trasladó a Cartagena para temporada y media. Su contrato por los blanquinegros era de 400.000 pesetas, un récord en la época.
Fue internacional siete veces, primero contra Portugal en Lisboa (1950), luego en los Copa del Mundo de Brasil jugó contra Chile, Inglaterra, Uruguay, Brasil y Suecia y contra Bélgica en Bruselas. Empezó jugando de delantero centro y terminó siendo uno de los mejores defensas centrales de Europa y parte del equipo ideal en la Copa del Mundo de Brasil 1950.
Fue cuñado de otro mítico jugador del Español, Antoni Argilés.
En la UD Cartagenera, Pepe Parra debutó en un encuentro en el desaparecido campo de la Avenida del Caudillo, en Cieza, con derrota por 3-1. Parra en aquella plantilla cartagenerista fue compañero de jugadores como el santanderino Villita, el vasco Olivares y el zaragozano Julio Gil, también defensa, que reside en Cartagena.
Pepe Parra jugó en Cartagena en 1959, en tiempos del Almarjal y en Tercera División.
Recientemente el columnista de SportCartagena Lorenzo Vergara escribió un comentario de plena actualidad el pasado 22 de febrereo en el que recordaba su imagen y estaba tratando de solicitar un homenaje en vida al malogrado personaje. Probablemente aquel artículo acabó convertido en su úlimo homenaje.
El nombre de Parra, ‘El Kaiser de Sarriá’ quedará unido para siempre a la historia del fútbol cartagenero como el último superviviente del Mundial de Brasil 50. El Cartagena debería de guardar en el próximo partido en casa un minuto de silencio por tan insigne jugador que defendió su camiseta
