El alicantino Juan Ignacio Martínez es el preferido por una buena parte del cartagenerismo para coger el timón del Cartagena. JIM, tras su etapa en China donde trabajó en dos equipos, se encuentra en paro aunque el principal hándicap estaría en que aceptase trabajar en Segunda B, en el hipotético caso de que recibiese alguna oferta desde el club blanquinegro, que ésa sería la segunda parte de un asunto que surge exclusivamente de aquellos aficionados que lo ven como una solución.
Lo único cierto es que JIM y sus relaciones con Belmonte y Breis son magníficas y que el preparador que más partidos ha dirigido al Cartagena, con 132 encuentros oficiales y casi un 45% de victorias conseguidas en sus dos etapas distintas, es quien más cala entre la afición blanquinegra, reúne la experiencia sobrada tanto de haber trabajado en Segunda como en Primera División y él mismo ya dijo públicamente, con Breis delante y en un acto público en rueda de prensa celebrada en el Cartagonova el 7 de febrero de 2017 siendo él entrenador del Shanghai Shenxin de la segunda división china, que no le importaría revivir una tercera etapa en el Cartagena.
Además, Juan Ignacio tiene dos espinas clavadas con el cartagenerismo, como aquella promoción fallida con el Vecindario en 2005 después de una temporada sensacional y el ascenso que se quedó en puertas a Primera División en aquella primera temporada en Segunda, temporada 2009/10, tras el ascenso en Alcoy.
JIM tiene mucho cariño a Cartagena y tras este nuevo batacazo en el playoff sería de las personas capaces de aglutinar de nuevo la ilusión que ahora mismo se encuentra desperdigada, a la espera de que Belmonte y Breis muestren sus cartas y decidan poner de nuevo en marcha otro proyecto.
Juan Ignacio reúne a muchos adeptos entre los seguidores blanquinegros –también hay quién no le gusta su trabajo- pero la realidad es que se trata de una de las personas capaces de recomponer la ilusión en este Cartagena que, más antes que después, acabará restaurando sus piezas y se equiparará de nuevo para seguir luchando por salir de este pozo que supone la Segunda B.
