13 de diciembre de 2014, 14:12
CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
LA SITUACIÓN
La derrota ante el Cádiz dejó en carne viva la herida por la que se desangraba gota a gota, punto a punto, empate a empate el Cartagena. La hemorragia puede seguir abriéndose y amargar las Navidades a los aficionados cartageneristas, descontentos con la imagen y los resultados del equipo hasta ahora. Para pasar unas dulces pascuas y poder hincarle el diente al turrón sin temor a indigestiones hay que ganar los dos próximos partidos, entre ellos, uno en casa ante el Real Jaén que será un nuevo test para los futbolistas albinegros. Pero no nos vayamos tan lejos. Lo primero, vencer al Betis B.
Para empezar a poner las cosas en orden, por fin Julio Ribas puso las cosas en su sitio. La sorprendente aparición del uruguayo en sala de prensa puede ser útil para que los aficionados y, en cierto modo, los futbolistas sepan que la figura del máximo responsable deportivo del equipo está ahí, de vuelta y dispuesto a bajar al barro por los suyos si hace falta. ¿Se acuerdan de aquella bravata de Guardiola antes de unas semis de Champions ("aquí Mou es el puto amo")? Pues eso, que desde las salas de prensa también pueden empezar a ganarse partidos. Ojalá sirva, aunque es obvio que al equipo hay que darle un empujón futbolístico. A la espera de que el nuevo entrenador tome posesión del cargo a la vuelta de Navidad, queda trabajo por hacer.
COMO LLEGA EL CARTAGENA
Los albinegros navegan en la zona media de la clasificación, dispersos en la encrucijada de estar a una distancia similar de los puestos cabeceros... y también de los colistas. Enmendar la plana es el objetivo; entrar en play off es el sueño por el que empezar a poner ladrillos. Y para ello los técnicos cuentan con todos los futbolistas disponibles, salvo un Carlos Martínez que no termina de olvidarse de sus problemas musculares y un Germán que tendrá que cumplir sanción por su expulsión ante el Cádiz.
La ausencia del lateral supone un quebradero de cabeza, puesto que es el único lateral zurdo nato de la plantilla. No en vano, lo había jugado todo. El recambio más natural sería colocar en esa posición a Tarantino, quien ya ha jugado en esa demarcación y podría desempeñar ese rol sin mover más piezas de las necesarias. La vuelta de Robusté tras su sanción haría encajar perfectamente el puzzle de la defensa: Ceballos, Robusté, Neira y Tarantino. En el centro del campo se atisba la posibilidad de volver a ver a los cuatro pivotes juntos, dada la querencia del cuerpo técnico a armarse, quizá en exceso, cuando juega fuera de casa. En el ataque hay dos plazas con los nombres de Gato y Ribas.
EL RIVAL
Betis B, filial. Cuando uno se enfrenta a este tipo de equipos, tirar del tópico resulta lo más cómodo: rival imprevisible, capaz de ganar cualquier partido y de perder cualquiera. Quizá más fiable en su feudo que cuando juega lejos de él. Y el cuadro verdiblanco puede encajar en esa descripción sin complejos, ya que suma 7 victorias y 7 derrotas con tan solo 2 empates, la némesis del Cartagena. Con su entrenador Merino cogiendo de manera interina al primer equipo, empató a domicilio en Lucena sin goles. Ocupa el puesto 8º en la tabla con 23 puntos, 3 por encima del Cartagena.
