viernes. 26.04.2024
MANUEL ÁNGEL

Ni Julio César Ribas ni Simón Ruiz podrán sentarse en ningún banquillo en los próximos tres meses. En el caso del uruguayo aún es peor porque, cuando le cumpla la sanción, tampoco podría hacerlo hasta que no posea el título validado y renovado, necesario para entrenar en Segunda B. La noticia llegaba a las oficinas del Cartagonova el pasado lunes por la tarde pero no fue hasta el día siguiente por la mañana cuando el club decidió hacerlo oficial en una nota enrevesada dónde se explicaba que recurriría la decisión de la Federación española, pero sin explicar en qué había consistido esa sanción federativa.

No hizo falta, claro. El castigo de tres meses a Zidane los días anteriores dejaban en evidencia cual había sido el castigo también para el duo de cartageneristas, Simón y Ribas, el primero en activo y el segundo escindido prácticamente desde su regreso de Uruguay, tratando de evitar el cerco que le habían impuesto por varios sitios, tanto por el órgano federativo como por la empresa privada dedicada a la formación de entrenadores de fútbol.
 
 El artículo que se han saltado a la torera es el 104 del Código Disciplinario de la RFEF y en ese sentido había un verdadero clamor en el gremio de los entrenadores en contra de uno y de otro, de Ribas por desconocer las normas y no tener el carnet actualizado para dirigir en Segunda B y de Simón por prestarse a poner primero el carnet y después, por desarrollar unas funciones para las que no fue contratado por el Cartagena. En la Federación Española no lo han perdonado y han ido directamente a sancionar a los dos, que previamente habían recibido varias advertencias,
 
Simón Ruiz castigado también para aparecer en las ruedas de prensa


La notificación, recibida por fax y firmada por el Juez Único de Competición, Francisco Rubio, tiene carácter inmediato con lo que el club se presenta con un problema inesperado de cotas insospechadas, porque no tiene entrenador en vísperas de un partido tan importante como el de este domingo frente a la Balompédica Linense. De hecho Simón ya no podrá comparecer en la habitual rueda de prensa de los viernes y se enfrentaría todavía a una sanción mayor. Se habla incluso de un año. Por si fuera poco todo este lío si el Cartagena perdiera ante los andaluces entraría en zona directa de descenso con lo que la situación se deportiva se complicaría mucho más todavía.
 
Lo que no se entiende muy bien es como se ha permitido llegar a esta situación cuando, desde dentro del propio club, han aconsejado por activa y por pasiva la contratación de un nuevo entrenador que conociera bien la Segunda B y que ayudara a traer al club blanquinegro un poco de esa cordura que ha faltado en los últimos tiempos.
 
Ahora las circunstancias mandan y el FCC, a la fuerza, tendrá que colocar en su banquillo a un entrenador distinto a Ribas y a Simón, que se quedan apartados con todas las de la ley. Todos los tiros apuntan hacia Manolo Palomeque, técnico del filial, el CD Algar, pero en el club insisten en que van a recurrir y que no se conforman con esta sanción que ya está en vigor por lo que inhabilita a Simón ni siquiera a pisar el césped para entrenar. Los problemas se acumulan en este Cartagena en fuera de juego. Todo un lío de proporciones inimaginables hasta que los actuales dirigentes no decidan poner las soluciones oportunas.

Un nuevo técnico a la fuerza
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