Trece años después, FC Cartagena y Levante vuelven a verse las caras en el Estadio Cartagonova. Y lo volverán a hacer en una situación muy distinta a la protagonizada aquella calurosa y polémica tarde de un sábado de mayo del año 2010 cuando ambos equipos se jugaban mucho más que tres puntos.
La visita del cuadro valenciano, que estará apoyado por cerca de 500 seguidores, podría suponer un 'nuevo comienzo' para los albinegros en una tarde que se presenta fundamental
Quedaban tan solo cinco jornadas para el final de Liga y el Efesé, de la mano de Juan Ignacio Martínez, llegaba tras perder por la mínima en El Helmántico de Salamanca (1-0). Aun así, los albinegros se mantenían terceros en la clasificación con 61 puntos; uno por debajo del Levante (que llevaba 62) y a cuatro del líder Real Sociedad (65). En aquella temporada no existían los playoff de ascenso y los tres primeros clasificados obtenían el premio de la Primera División. En el Cartagonova no cabía un alfiler; todas las entradas vendidas y noventa minutos por delante que podían significar el sueño del ascenso a la Liga de las Estrellas. Total nada.
Pero cuando los grandes protagonistas deberían de haber sido los futbolistas, apareció la figura del árbitro, el cántabro Fernando Teixeira Vitienes, quien acabó por destrozar el sueño albinegro con una actuación de las peores de la historia del fútbol en la ciudad.
Se adelantó el Levante a los cuatro minutos, pero antes del descanso los albinegros, con goles de Mariano Sánchez y Ander Lafuente le daban la vuelta al marcador. Pero lo peor estaba por llegar. Al inicio del segundo tiempo el lateral cartagenerista Txiqui era expulsado por doble amarilla y en dos minutos, Rubén Suárez y Robusté volvían a colocar a los granotas por delante en el marcador (2-3). Y del calor de la tarde se pasó al frío de la grada cuando Javi Guerra (minutos 68 y 70) establecía el 2-5. El Cartagena maquilló el resultado casi al final con gol de Etxeita para establecer el definitivo 3-5 con una polémica brutal. Teixeira Vitienes no señaló una mano clarísima de Robusté en el empate a dos; dio por válido el tercer tanto visitante pese a que el balón no había sobrepasado la línea de gol; y no pitó otra mano de Javi Guerra que suponía el 2-4.
El escándalo fue monumental, hasta tal punto que hubo lanzamiento de objetos al terreno de juego; los aficionados albinegros esperaron al autobús del Levante para increpar a los jugadores y, como ‘guinda’ del pastel, el futbolista azulgrana Ballesteros se bajó los pantalones mostrando el trasero a los hinchas locales.
El Levante acabó ascendiendo a Primera y el Cartagena, una temporada después, dio con sus huesos en Segunda B.
Evidentemente, todo eso ya ha pasado a la historia y este domingo, lo que realmente importa no es otra cosa que el hecho de que los tres puntos se queden en el Cartagonova porque, además, éstos servirían para que los albinegros rompieran una racha negativa de siete partidos consecutivos sin ganar; todo lo contrario que los levantinistas, que acumulan nada menos que doce partidos seguidos sin conocer la derrota.
El cuadro valenciano llega a Cartagena con una racha de doce partidos sin conocer la derrota y con tres bajas importantes en su plantilla
En el aspecto meramente deportivo, el técnico cartagenerista, Luis Carrión, mantiene las dudas del centrocampista Ferreiro y del delantero Darío Poveda por diversos problemas físicos, mientras que sí podrá contar con el último refuerzo del pasado mes de enero, el mediocampista camerunés Yan Eteki que incluso podría ser de la partida inicial. El resto del plantel ha trabajado con normalidad durante la semana por lo que once del Cartagena será toda una incógnita, tal y como reconocía el propio Carrión en la rueda de prensa previa al partido al asegurar que tenía más o menos claro el equipo “aunque con algunas dudas que no despejaré hasta antes del inicio”.
El Levante, por su parte, llega hasta Cartagena con las bajas del defensa Mustafi y del centrocampista Roger Brugué, ambos por lesión, y del mediocentro Vicente Iborra, por sanción, y con la duda del delantero marroquí Mohamed Bouldini.
Los valencianos, que marchan terceros en la clasificación a tres puntos del segundo, el Éibar, y a cuatro del líder UD Las Palmas, estarán arropados en las gradas por casi 500 aficionados, ya que a las 400 localidades enviadas por el Cartagena a principio de semana se le unieron otras 100 tras la petición del club visitante.
