El penalti fallado por RC7 es el quinto que falla en toda su carrera futbolística. De esos cinco dos fueron durante la pasada campaña y este ante los oscenses, que pudo haber sido el del empate a un gol para irse al descanso.
El killer grancanario erró en el momento clave del partido, y muchos aficionados son los que no comparten que fuera el mejor escenario para tirar a lo panenka. Ante un rival que puede recortarte tres puntos y alejarte del sueño del playoff, en una situación en la que si el partido se empataba, la segunda parte podría haber sido mucho más abierta.
Lo que es seguro es que Castro quería marcar, pero en los penaltis juegan dos personas: El que lo intenta marcar y el que lo intenta parar, y en este caso Andrés Fernández logró llevarse el gato al agua.