B. M. O.
Rubén Castro, o como le llamamos aquí RC7, va a llegar al estreno de la Liga con goles en sus bolsillos para dar y regalar. A poco que se descuide el defensa de turno, se cuela por una rendija, mete el pie y marca. Ante el Murcia lo volvió a hacer y por dos veces además.
En el primer gol se coló entre dos defensas granas para meter el pie y lograr el primero y en la segunda parte volvería a repetirlo en una jugada de generosidad por su parte y que, segundos antes, le había cedido el balón a Ortuño para que marcase, pero el rebote le llegó a él y claro, ‘el pistolero’ no suele fallar ocasión que se le ponga por delante.
Como premio a su esfuerzo y acierto al ser sustituido en la segunda parte el público empezó a corear su nombre desde la grada y el delantero se fue a los vestuarios escuchando una gran ovación. Rubén Castro se ha convertido en el ídolo indiscutible de todo el cartagenerismo, es admirable su entrega en el campo, cómo corre, cómo pelea y defiende en su área si hace falta. Lo listo que es y, sobre todo, la generosidad que derrocha con sus compañeros.
No cabe ninguna duda de que RC7 es el líder indiscutible del equipo albinegro. En Almería, del que dio buena cuenta a finales de la pasada temporada, saben muy bien como las gasta el canario y seguro que Rubí estará pensando en algún plan especial para intentar ‘secarle’, lo que nunca resulta fácil.
