Pedro Reverte bastante tiene con la ‘patata caliente’ de los refuerzos como para atreverse a asegurar que Javi López seguirá dirigiendo al Cartagena en el primer partido del 2012 ante el Huesca. Lo normal sería que sí" pero, tal y como está la situación, nuestra conclusión fue y es que no puede garantizarlo.
El director deportivo cartagenerista tiene varios frentes abiertos. Sus teléfonos necesitan más de una batería. Intenta dejar cerrado el primer refuerzo de invierno para que estuviera listo y pueda presentarse el lunes día 26 a las a las cinco y media de la tarde en el estadio Cartagonova. Pero cuando le preguntamos si con Javi López en el banquillo Pedro Reverte es tan sincero como prudente. “Si digo la verdad no lo sé. Lo normal es que estuviera Javi pero, tal y como está la situación todo puede ocurrir” responde el responsable de la ‘operación refuerzos’.
Reverte cree que para después de Navidad “podemos tener algo visto de algún fichaje”. De cambio de entrenadores no sabe nada. “A mí nadie me ha dicho lo contrario y lo normal es que yo lo sepa. Pero en el fútbol se dan muchas vueltas de forma muy rápida y nadie puede asegurar que no haya un plan B”.
El técnico es consciente de la gravedad de la situación. “Tenemos que afinar mucho. No podemos fallar. Hay que hacer las cosas muy bien porque sabemos que no va a ser fácil”. De nombres se están barajando la intemerata, cada día se oyen o se escriben numerosos futbolistas a los que se fichan o se desfichan con una facilidad pasmosa haciendo el juego a los representantes. Y no hablemos ya de los que anuncian las grandes exclusivas a bombo y platillo bien por las distintas redes sociales o utilizando sus propios medios para que después se quede en agua de borrajas.
Se ha hablado y se ha escrito hasta la saciedad de Héctor Font, de Pablo Calabria, de Hugo Diaz, Pavone, Tabares, Usero, Rafa Jordá y así con una larga lista de ‘fichajes’ que luego, por distintos motivos, quedan en el anonimato. La realidad es que todo pasa por la trituradora en la que se ha convertido un Pedro Reverte para el que las vacaciones navideñas no existen. Ni siquiera sabe qué ocurrirá con el entrenador albinegro ni se atreve a poner la mano en el fuego. Conociendo como las gasta Paco Gómez cualquier cosa es posible.
