13 de noviembre de 2013, 20:01
Lo de Tarantino ha sido un cúmulo de desgracias en forma de lesiones que, de momento, le han impedido jugar todo lo que a él le habría gustado. El central vasco llegó al Cartagena procedente del Tenerife con la idea de convertirse en el recambio de Fernando Martín, el central valenciano que el técnico cartagenerista desechó al tener informes que revelaban que aún no estaba al 100%.
El Cartagena, por medio de su director deportivo Pedro Reverte, escudriñó el mercado y fue rápido a la hora de encontrar un sustituto, Javier Tarantino, quien no entraba en los planes del entrenador tiñefernista Álvaro Cervera. Todo se cerró en cuestión de horas y Tarantino se incorporó al plantel albinegro.
Sin embargo, y aunque su debut fue relativamente rápido, pronto cayó lesionado, problemas musculares, que frenaron su integración completa. Así fue jugando a ratos, sólo 2 partidos completos y otros 3 más, en total 5 encuentros hasta que volvió a caer en el choque jugado en el feudo del Córdoba B.
Desde ahí frenazo total y al dique seco. Una rotura fibrilar tiene la culpa de haber entrado hace más de un mes en ese túnel del que, ahora, parece que empieza a ver un poco la luz. Tarantino sabe que el equipo le necesita pero, lejos de precipitar de nuevo su reincorporación, prefiere pisar firme y seguro antes de pasar por una nueva recaída.
De momento ya trabaja muy próximo al grupo aunque no está reintegrado del todo. Puede que en dos semanas el vasco ya esté en condiciones para volver con todas las de la ley.
