23 de julio de 2012, 16:31
El ex jugador del Cartagena Txiki ha vuelto a cargar los dardos envenenados para justificar una pésima campaña en los blanquinegros, la peor que hizo de las cuatro que ha pasado en el Cartagonova. ‘Carga’ de nuevo contra Carlos Ríos y olvida los continuos enfrentamientos que tuvo con el que era su entrenador. Cualquiera otro le abría abierto un expediente para justificar su forma de actuar durante algunos entrenamientos.
Txiki olvida que su tercera temporada fue para olvidar, que por temor a operarse de las molestias que sufría en los abductores durante una gran parte de la competición su banda acabó resintiéndose y Juan Ignacio, ferviente defensor suyo en el estreno liguero, acabó por no contar con sus servicios.
El ya ex futbolista ha dado juego en el Cartagena, a dónde llegó como un ‘joven veterano’ y donde fue de más a menos conforme ha ido pasando el tiempo. Es verdad que sus dos primeras campañas fueron realmente magníficas, tanto como sus dos segundas, que fueron para olvidar. Algunos partidos se perdieron por la banda derecha pero siguió en la plantilla precisamente por sus muchos méritos anteriores.
El catalán, a punto de cumplir los 33 años, aún tendrá fútbol en sus botas pero la renovación por la banda derecha era necesaria, tanto por él como por su compañero Manu Gaspar, otra de las grandes decepciones. Cuando Txiki recapacite deberá darse cuenta de que el fútbol es lógico y que el paso de los años resulta inexorable, incluso para él.
Al final todo es según el color con el que se mire y tendrá seguidores pero también es cierto que también se ganó a pulso una legión de cartageneristas que ya no veían a Txiki con la alegría y la frescura con la que llegó. Nadie es eterno ni imprescindible y Txiki, precisamente, ha sido de los futbolistas más flojitos de la temporada hasta el punto de que tuvo partidos en los que parecía como una vaca entrando en una cacharrería.
Txiki olvida que su tercera temporada fue para olvidar, que por temor a operarse de las molestias que sufría en los abductores durante una gran parte de la competición su banda acabó resintiéndose y Juan Ignacio, ferviente defensor suyo en el estreno liguero, acabó por no contar con sus servicios.
El ya ex futbolista ha dado juego en el Cartagena, a dónde llegó como un ‘joven veterano’ y donde fue de más a menos conforme ha ido pasando el tiempo. Es verdad que sus dos primeras campañas fueron realmente magníficas, tanto como sus dos segundas, que fueron para olvidar. Algunos partidos se perdieron por la banda derecha pero siguió en la plantilla precisamente por sus muchos méritos anteriores.
El catalán, a punto de cumplir los 33 años, aún tendrá fútbol en sus botas pero la renovación por la banda derecha era necesaria, tanto por él como por su compañero Manu Gaspar, otra de las grandes decepciones. Cuando Txiki recapacite deberá darse cuenta de que el fútbol es lógico y que el paso de los años resulta inexorable, incluso para él.
Al final todo es según el color con el que se mire y tendrá seguidores pero también es cierto que también se ganó a pulso una legión de cartageneristas que ya no veían a Txiki con la alegría y la frescura con la que llegó. Nadie es eterno ni imprescindible y Txiki, precisamente, ha sido de los futbolistas más flojitos de la temporada hasta el punto de que tuvo partidos en los que parecía como una vaca entrando en una cacharrería.
