13 de marzo de 2010, 1:00
Parece mentira pero es verdad. Del naugragio del cascarón albinegro (0-1) a la eufórica ola (4-1) en las gradas del Cartagonova sólo medió media hora.
La afición sufrió al principio y después disfrutó como dicen disfrutan los cosacos.
La afición sufrió al principio y después disfrutó como dicen disfrutan los cosacos.