3 de octubre de 2010, 2:00
A veces el fútbol es muy lógico; el empate del Cartagena en Tenerife registró un gol para cada equipo. Y la lógica se impuso, pues hicieron los tantos los que debían marcar, los goleadores: Toché, de penalti, porque allí no estaba Víctor, y Nino, una máquina natural de hacer goles.