FICHA TÉCNICA
MÁLAGA CF: Rubén Yañez, Juande, Ramón, Febas, Chavarría (Fran Sol, minuto 76), Delmás, Burgos (Ramalho, minuto 46), Villalba (Luis Muñoz, minuto 65), Escassi, Rubén Castro (Álex Calvo, minuto 89) y Cristian (Javi Jiménez, minuto 76).
Banquillo: Manolo Reina (p.s.), Appiah, Javi Jiménez, Bustinza, Luis Muñoz, Fran Sol, Álex Gallar, Genaro, Jozabed, Ramalho, Álex Calvo y Loren.
FC CARTAGENA: Aaron Escandell, Iván Calero, Alcalá, Datkovic, Iván Martos (Jansson, minuto 82), Yan Eteki (Sadiku, minuto 74), Pêpê, De Blasis, Jairo (Darío Poveda, minuto 60), Franchu (Ortuño, minuto 60) y Borja Valle (Ferreiro, minuto 74).
Banquillo: Marc Martínez (p.s.), Miguelón, Pablo Vázquez, David Ferreiro, Ortuño, Darío Poveda, Sanghyeok, Sangalli, Mikel Rico, Armando Sadiku y Jansson.
ÁRBITRO: Gálvez Rascón, del Comité Madrileño. Tarjeta amarilla a los locales Esteban Burgos, Chavarría y Rubén Yáñez y Fran Sol, y a los visitantes Pablo Vázquez, Franchu y Ferreiro. Expulsó con cartulina roja directa al meta visitante Manolo Reina en el minuto 94 y al entrenador del FC Cartagena, Luis Carrión, en el descanso del partido por protestar.
GOL. 1-0. Minuto 20: Chavarría
INCIDENCIAS: Partido de la jornada 36ª de Segunda División que se disputa en el estadio de La Rosaleda con casi 30.000 espectadores en las gradas, de los cuales cerca de 200 se han desplazado desde Cartagena.
LA CRÓNICA
Con las bajas obligadas del lesionado Kiko Olivas y del sancionado Damián Musto, el FC Cartagena se presentaba este domingo en el estadio de La Rosaleda con un firme propósito: seguir en la buena línea de juego y, sobre todo, de resultados que la pasada jornada le situaban en zona de playoff de ascenso a Primera División.
Luis Carrion, técnico albinegro, se mantuvo fiel al mismo equipo que ha venido presentando en las últimas jornadas (excepción hecha de los jugadores anteriormente mencionados y cuyos puestos fueron ocupados por Alcalá y Eteki) para sacar ‘tajada’ de un Málaga que, pese a su mala clasificación, sigue soñando con la permanencia en la categoría, algo que hace unas semanas parecía casi imposible y que ahora, a falta de seis jornadas para el final del campeonato, no resulta tan utópico (los andaluces están a cinco puntos de la zona de salvación a día de hoy).
Pese a que aún quedan encuentros por disputar, lo cierto es que el de La Rosaleda se podía calificar como una auténtica final para ambos conjuntos, y prueba de ello es que desde el primer minuto ninguno de los contendientes daba opción a su rival.
Mucho centrocampismo, ligero dominio local en la medular pero ninguna aproximación al marco contrario. Así fueron transcurriendo los minutos hasta que en el veinte, una jugada por banda de los locales fue aprovechada por Chavarría dentro del área (libre de marcaje en el punto de penalti) para inaugurar el marcador y poner por delante a los malagueños ante el delirio de los casi treinta mil espectadores que llenaron las gradas de La Rosaleda.
El Cartagena, pese al gol en contra, no renunció a su manera de jugar y poco a poco fue equlibrando el juego, aunque eso sí, sus llegadas al área rival apenas metían el miedo en el cuerpo a los locales y salvo algún lanzamiento desde fuera del área que se iba desviado, los hombres de Carrión no daban la sensación de poder establecer el empate.
Tras el descanso, la tónica no varió demasiado, con un Málaga que tiraba de experiencia para abortar las llegadas albinegras y que no veía peligrar su victoria. Carrión movió banquillo dando entrada a Poveda y a Ortuño con la finalidad de hacer daño por el centro y en segundas jugadas, pero en esta ocasión, la apuesta no se salió bien al preparador catalán.
El Efesé no era capaz de hilvanar jugadas de mérito y, lo que era peor, sus aproximaciones al marco local siempre se producían con chuts lejanos que apenas inquietaban a Rubén Yáñez. Ni en acciones a balón parado, ni en centros laterales, ni en saques de esquina, ni en nada. Los albinegros se mostraban impotentes y casi nulos a la hora del ataque y ya con el tiempo cumplido (minuto 94) se produjo una jugada, cuanto menos, polémica.
El local Escassi golpeaba el balón con la mano dentro del área, el colegiado decretaba penalti pero uno de sus auxiliares había levantado el banderín para señalar fuera de juego. Al final, ni las protestas de los cartageneristas ni las imágenes de televisión le dieron la razón al colegiado finalizando el partido con derrota albinegra a falta de otras seis finales para mantener vivo el sueño de pelear por el ascenso a Primera.