“La sensación que tengo ahora mismo es indescriptible. La victoria ha sido más que merecida y la fusión que ha habido con la afición mientras cantaba ‘sí se puede’ ha sido espectacular. Por fin he podido ver a la gente disfrutar e incluso a muchos llorando; a mí también se me han escapado algunas lágrimas porque ya tocaba, ya lo merecíamos. Había mucha rabia contenida y esta victoria nos ha supuesto quitarnos una losa de encima”.
Pese a todo, Julián Calero volvió a mostrarse cauto pese a que la alegría inundaba no solamente el vestuario albinegro, sino a la afición, que por fin vio a su equipo ganar en casa tras ocho partidos sin hacerlo.
“Seguimos siendo últimos, pero este triunfo nos va a dar una perspectiva diferente. A ver si lo aprovechamos para coger un poco de impulso y seguir sumando; esto solo es el aperitivo. Que hemos ganado, fenomenal, pero estamos muy lejos de lo que queremos. Vamos a seguir insistiendo y creyendo”.
Calero también destacó sobremanera el gran ambiente que existe en el vestuario. “Yo he estado en equipos que estaban en la zona baja de la tabla y entre los jugadores se mataban. Aquí sucede todo lo contrario y durante el trabajo de la semana el ambiente ha sido increíble, con una unión, un trabajo y un compañerismo que es muy difícil de encontrar en el fútbol”.