26 de julio de 2014, 1:09
En la grada hubo más de un aficionado que, al descanso, se temía lo peor con la entrada de tantos canteranos, en su inmensa mayoría desconocidos.
Nombres como Rak, Denis, R. Hernández, Santisteban, Triguero, el ya mencionado Boselli, Pani –hijo de aquel gran lateral cartagenero del que ha heredado su nombre de momento- o Escobar, por citar algunos, se ponían delante de futbolistas de la talla de Trashorras, Lass Bangoura, Jorge Morcillo o Pozuelo por citar sólo algunos de los que Paco Jémez dejó para el segundo tiempo.
Y lo que son las cosas porque de lo que podía oler a goleada se quedó en un raquítico gol que, si no llega a ser por el penalti, habría reflejado mucho más lo acontecido sobre el terreno de juego.
Manolo Palomeque, desde el banquillo, volvió a sacar su particular librillo dirigiendo y animando a esta ramillete de canteranos que tratan de abrirse paso. De momento dan la cara.
