El trabajo, lo explicamos, está basado en los propios informes que publica el propio FC Cartagena en su web oficial y en la primera de sus pestañas, dónde se encuentra una pestaña que se llama ‘Ley de transparencia’ y que la tienen todos los clubes de Segunda División, excepto cuatro clubes, Andorra -por su legislación nacional, distinta a la de España- el Sporting, que publica la memoria pero no las cuentas anuales, y los recién ascendidos Eldense y Racing Ferrol.
El origen de los datos han sido extraidos de los últimos informes de auditoria (casi todos son del curso 2020/21) publicados en las páginas web de los clubes ( portal de transparencia). Los informes de auditoría están firmados por alguien externo al club que acredita que las cuentas son reales.
Los equipos de los que no tenemos datos son porque no los tienen en su web. El Sporting publica la memoria pero no las cuentas anuales.
En esa cantidad de 10,2 millones se encuentra los casi 8 millones que el FC Cartagena ya arrastraba desde temporadas anteriores y que comienzan con la era en la que Belmonte, con la inestimable ayuda (dinero) de Felipe Moreno, que siempre se ha mantenido a la sombra, iniciaba su etapa albinegra.
De cualquier modo no se ha podido contractar al encontrarse el Efesé, entonces, en Segunda B y no constar datos oficiales sentados en papel. Dichas filiaciones se encuentran en un PDF que consta de 84 páginas que han sido convenientemente analizadas especialmente para este diario digital por ejecutivos bancarios y varios economistas de reconocido prestigio en el ámbito profesional y académico. Todos ellos tienen el denominador común de que son cartageneristas y que les duele ver la situación en la que se encuentra el club.
Deseado Flores, el primero en aparecer con Belmonte por el Cartagonova y más tarde aparecerían primero para abandonar después Rebeca García, Isidoro García o Paco Sánchez -estos dos últimos más por el plano deportivo que también ha querido controlar Belmonte- y el último ha sido Salvador Bernal, quien sigue sin aparecer ni por el Cartagonova ni por el palco ni con Belmonte.
El significado del ratio de solvencia, para los que desconocen de lo que se trata es un valor que indica la viabilidad de una empresa a largo plazo. El valor deseable del mismo está por encima de 1 y 2.
Cuando el valor baja de 1 significa que el club no puede pagar sus deudas. Ni aunque venda todos los activos que tenga a su nombre. Ni aunque le paguen todo el dinero que le deben.
En la actualidad el club tiene un ratio de solvencia de 0,89 en la fecha de las últimas cuentas anuales. Y los acontecimientos posteriores no nos invitan a pensar a que ese valor haya mejorado. En cualquier caso, en breve deben publicar las ejercicio 2021/22.
La deuda del club es de 10.228. 378,52 euros. Y si el club pudiera vender todo lo que tiene a su nombre ( hasta el último folio de las oficinas) solo podría obtener 9194900,84 euros. Es decir, no podría pagar todas sus deudas con todos los activos a su nombre.
Ejemplos de otros clubes de tamaño parecido: el Amorebieta tiene una deuda de 2.581.058,85. Y si el club pudiera vender todo lo que tiene obtendría 3.450.815,88. El Alcorcón tiene una deuda de 3.403. 925. Y si el club pudiera vender todo lo que tiene obtendría 8.019.165.
Esta es la realidad económica de este Cartagena que se nos hunde no sólo en el plano deportivo sino también en el económico, como queda demostrado con documentos oficiales. Basta con entrar en la Ley de Transparencia y ver el estado económico del resto de clubes para darse cuenta de la auténtica gestión que Belmonte viene realizando en el FC Cartagena. Su etapa en Segunda B no consta ya que no existe ninguna obligación de que ningún club funcione como ocurre en el fútbol profesional.
Las explicaciones a tantos desajustes debería de darlas Belmonte Ortíz pero ya se vio, en aquella famosa rueda de prensa en las que empleó el famoso 'payaso e idiota o idiotas' que ante una pregunta para que aclarase las cuentas balbuceó y no supo explicar cual era la situación de 'su' club.
