Por su lucha, por su pelea, por la entrega y el orgullo de todos sus futbolistas el Cartagena mereció mucho más en Oviedo. Cierto es que el equipo de Luis Carrión dominó durante una buena fase del primer tiempo y toda la segunda mitad que, poco a poco, se fue acrecentando conforme iban pasando los minutos. Y cada vez peor. A medida que algunos jugadores albinegros (esta noche de amarillo) se iban desfondando el equipo astur ganaba posiciones, profundizaba cada vez más, pero sin apenas ocasiones.
Así fuimos consumiendo minutos hasta llegar al fatídico minuto 95 en el que Kiko Olivas pisa al jugadores carballón, el VAR le avisa a Ávalos Barrera y este señala el consiguiente penalti que valía el gol del empate en el siempre odiado minuto 96 ó 97 ¡que mas da¡ de nuevo el gozo blanquinegro se iba al pozo de la desilusión.
Y es que el fútbol, aparte de los desaguisados que tienen montado la B&B desde este verano, está siendo muy injusto con el equipo de Julián Calero pero también antes con Víctor Sánchez del Amo, que mereció muchísimo mas ante el entonces líder Real Zaragoza (1-3) pero que los tres puntos debieron quedarse en el Cartagonova, un dato que hasta la prensa maña lo reconoció. También mereció mucho más ante el Levante, al menos empatar y en Valladolid se escaparía el empate en el minuto 92. Al menos cinco puntos con Víctor en el banquillo tendrían que haber sumado.
Pero es que con Julián Calero ya se riza el rizo. En Amorebieta (1-1) jugaron y merecieron ganar. Ante el Espanyol el equipo albinegro superó a los ‘periquitos’ que solamente al final sentenciarían el choque. En Ferrol otro empate pasados los 90 minutos, ya sumamos otros cuatro. En Alcorcón más de lo mismo, y lo de este lunes noche en Oviedo ya ha sido patético.
DE LOS SIETE AACTUALES A DIEZ PUNTOS MAS, POR LO MENOS
Al menos este equipo debería llevar, si se habla de justicia con 4 puntos más en la etapa de Víctor y otros siete con Calero, en total 11 puntos que han volado de la forma más incomprensible. Para que este Cartagena llevase ahora mismo 15, 16 o 17 puntos no habría que correr mucho pero una vez más, el fútbol ha vuelto a mostrar su parte más cruel con el Efesé y con sus seguidores. Es lo que tendría que haber sido pero no fue.
Nos queda la mejoría y las ganas que Julián Calero ha sabido transmitir a un conjunto que, más que les pese a algunos y sobre todo alguna (de Murcia) ‘juntaletras’ que odia todo lo que le suene o huela a blanquinegro, todavía no ha descendido. Positivismo y optimismo hasta el final. Y luego Dios dirá porque esta noche el fútbol, repito las veces que hagan falta, ha vuelto a ser duro y cruel con los blanquinegros.
