ALCORCON: Manu Herrera (1); Expósito (1), Babin (2), Agus (2), Ángel Sánchez (1); Fernando Sales (2) (Saul (-), m.86), Rubén Sanz (2) (Abraham (1), m.78), Mora (1), Montañés (2), Borja (Riera (1), m.63); Quini (1).
CARTAGENA: Juanma (3); Gaspar (1), Abraham Paz (1), Chus Herrero (1) (Marc Fernández (1), m.70), Manu Torres (1) ; Collantes (1), Cleber (0), Héctor Font (0), Toni Moral (1) (Lafuente (0), m.45); Raimondi (0), Braulio (1) (Álvaro Antón (1), m.62).
GOLES: 1-0, m.42: Quini.
ARBITRO:Pedro Sureda Cuenca. Mostró cartulina amarilla a Raimondi(m.12), a Toni Moral (m.31), a Rubén Sanz (m.39), a Cleber (m.51) y a Reina (m.90).
INCIDENCIAS: Encuentro disputado en el Estadio Municipal de Santo Domingo en la la 26ª jornada de la Liga Adelante ante unos 3.500 espectadores.
LA CRONICA
Por GUILLERMO JIMÉNEZ
El Alcorcón es un gallo que canta en su gallinero. Allí marca los tiempos, acosa, presiona, penetra por las bandas como flechas (Montañés, por la izquierda, dio mucho trabajo a la zaga albinegra) y el conjunto rinde en consonancia de su principal característica: es un equipo obrero que extrae rédito de las condiciones de su rectángulo.
En el Santo Domingo, con menos de 4.000 espectadores, mordieron el polvo equipos aspirantes al ascenso y este primer sábado de Cuaresma el Cartagena hizo el ayuno involuntario. Cuando mejor jugaba, al menos cuando reaccionaba a los acosos amarillos, encajó el 1-0, y después cuando intentó replicar no pudo. Su centro de campo fracasó, no pudo zafarse de las garras de un mejor organizado cuadro madrileño, y además es que el Alcorcón no fue conformista al disponer de la mínima ventaja, y basó su fútbol en los contragolpes. Los rebotes cerca del área favorecían a los alfareros y los atacantes de Anquela pudieron remachar el marcador. Lo impidió Juanma Barrero con sus intervenciones.
Además los amarillos de Anquela siguen contando con el especialista Quini, siempre al acecho, justo lo que sucedió este sábado cuando a quemarropa remató un centro desde la derecha, en el minuto 41, y cuando el meta Juanma se lanzó para repeler, lo hizo pero sin impedir que la pelota llegase a la red por su potencia. Quini definió bien.
El objetivo albinegro de llegar al descanso al menos sin el lastre de un gol no lo pudo alcanzar y en la segunda parte comenzaba a remolque. Toni Moral, que había trabajado mucho, incluso ensayando varias veces el tiro a gol, fue relevado por Ander Lafuente en el inicio de los segundos 45 minutos, pero el de Santurce no resolvió.
El partido se convirtió en un correcalles. El Cartagena es cierto que intentó combinar y llegar al área madrileña pero los contados intentos de Braulio, que disparó alguna vez pero sus tiros siempre rebotaron en la zaga amarilla, y la presencia de Raimondi tampoco decidió a favor de un equipo necesitado de crear peligro y demostrar que podía reaccionar y empatar cuando menos. Collantes, apagado en los comienzos, despertó al final provocando algunos saques de esquina y la entrada de Álvaro Antón por Braulio a los 62 minutos aportó algo en la ofensiva.
Los penúltimos intentos de intensificar el ataque por parte albinegra, con el cambio de Marc Fernández por Chus Herrero, dejaban a veinte minutos para el final la imagen de un Cartagena que con solo tres defensas en línea quería quemar todas sus naves en la ofensiva. Pero no dio resultado. El Alcorcón no se dejó intimidar y frenó los intentos. Llegaron las prisas y al contrataque los de Santo Domingo rozaron el 2-0. No cristalizó ese marcador pero Oriol lo tuvo en sus botas con el tiempo ya casi cumplido.
Resumiendo, un mal encuentro del Cartagena, con sus claros y oscuros (más oscuros que claros) que se afanó, buscó soluciones con prisas y angustias al final ante un Alcorcón más puesto y ordenado, tranquilo por la diferencia que los albinegros no supieron neutralizar desde que el Pichichi del equipo madrileño batió a Juanma a cuatro minutos del descanso. Lo que llegaría mejor fue bastante mejor para los amarillos, aunque los portuarios se aproximaron más a la puerta madrileña. Pero sin hacer daño.
