La única explicación que se nos ha dado ante una decisión de este tipo es que el club quiere que los jóvenes jugadores del equipo filial estén concentrados en el trabajo, como si cada día estuviesen recibiendo multitud de peticiones para ser entrevistados.
Es evidente que, detrás de esta decisión, se esconde algo más y bien que lo sentimos porque los únicos que se perjudican de verdad son el propio club y los aficionados y abonados que pagan por conocer más información sobre unos chavales que no tienen culpa alguna de las malas decisiones que toman quienes dirigen al club.