Apenas lleva unas horas en Cartagena y parece que la noche se ha convertido en día. Que la seriedad y el abatimiento de los futbolistas albinegros se ha convertido en positivismo y en ilusión. Y eso que Julián Calero aún no ha debutado en el banquillo (lo hará este domingo en el campo del Amorebieta) pero lo que nadie puede negar es que su llegada al club ha ‘enchufado’ a todo el mundo; desde directivos, trabajadores de la entidad, afición, prensa y, sobre todo, y lo más importante, a los jugadores.

Que el Efesé sigue siendo colista de Segunda División parece un mal menor. O al menos esa es la sensación que se transmite desde la plantilla tras las primeras sesiones de trabajo bajo la dirección del preparador madrileño, quien pese a llevar a cabo unos entrenamientos muy exigentes, parece haber dado con la tecla para cambiar el ánimo de su nuevo equipo.

Está claro que la llegada del nuevo entrenador, y pese a que solo se llevan disputadas siete jornadas de Liga, ha propiciado que todo el mundo se haya ‘puesto las pilas’, y de manera especial aquellos jugadores que no venían siendo habituales en el once inicial de Víctor Sánchez del Amo y que ahora quieren demostrar que tiene un hueco en el equipo.
Pero tal y como admitía el propio Julián Calero en su presentación oficial, sacar al equipo de la zona baja de la tabla no será cuestión de tres días, sino del resultado de un trabajo constante y sobre todo de que los resultados comiencen a acompañar. De momento, el primer examen llegará el domingo frente a un recién ascendido como el Amorebieta en un estreno muy esperado por todos.