GUILLERMO JIMÉNEZ
El FC Cartagena regido por Sporto Gol Man sigue siendo una caja de sorpresas y lo que no se ha conocido en unos cuantos meses, desde que arribó a la ciudad portuaria -sin documentación y sin estar facultado para entrenar en Segunda B-se ha sabido 'de golpe' y en un día. Porque según el rotativo de Vocento el jefe Julio César Ribas tendría un contrato con los albinegros hasta 2018. Un dato inédito que normalmente no tendría por qué serlo.
En este estado de cosas Julio Ribas sería en el Cartagena el número 1 del organigrama, prácticamente el dueño y a sabe si hasta e que más euros ha puesto en el negocio, por encima de Javier Martinez y de Florentino Manzano.
El propio Julio César Ribas ocultó en su presentación a la prensa este dato y también el club, o Sporto Gol Man, que viene a ser lo mismo, en su línea de misterios, pasaron de dar a conocer esta información a los aficionados, abonados, etc.
En esta situación todo lo que sea, desde la grada, criticar y arremeter contra el mánager general por los errores que evidentemente se han cometido en la planificación de la pretemporada no tendría ningún fin o que esas críticas resbalarían en la corteza de hormigón de Sporto Gol Man, que va a su bola y casi todo le resbala, ocultando cuestiones elementales que deben conocer los aficionados.
RIBAS SENIOR SE ENTERA DE TODO
Las fuentes de La Verdad han llegado a dar cuenta que Julio Ribas, en Uruguay sin fecha de regreso todavía, sigue como si estuviese en Cartagena todos los pasos del equipo, como en las películas del agente 007. El encargado de grabar todas las actuaciones de la plantilla (entrenamientos y partidos) le remite vía Internet los vídeos y además su compatriota Domingo Cáceres le cuenta los pormenores cotidianos del equipo como hombre de su confianza.
Entretanto el club viene sorprendiendo con algunos de los pasos que da: de raíz su propia nueva estructura, dejando fuera de concurso al director deportivo Reverte, que ahora trabaja a sus anchas en el UCAM Murcia CF, el delegado Pedro Arango, últimamente al encargado de prensa Antonio Martínez y la empresa Newrona de comunicación. Y todo apunta a que habrá a corto plazo más bajas en el organigrama y que afectaría al ya reducido grupo de empleados del club.
