martes. 30.04.2024

 CARTAGENA: Juanma (1); Manolo Gaspar (1), Chus Herrero (1), Abraham Paz (2), Manu Torres (1); Mariano Sánchez (1), Dimas (1), Collantes (2), Lafuente (2) (Toni Moral (1), minuto 64); Braulio (1), (Héctor Font (1), minuto 54) y Salva Chamorro (1) (Raimondi (1) ( minuto 77).

GIRONA: Dani Mallo (2); Juanlu (1) (Migue (-), minuto 82), Tortolero (2), Marcos Tébar (1), David García (1); Ballini (1), Dorca (1), Coro (1), Jandro (1) (Moha (1), minuto 69); Acuña (1) y Goiría (0) (Saizar (0), minuto 71).

GOLES: 0-1. Minuto 7: Corominas. 1-1. Minuto 39: Collantes.

ARBITRO: Jorge Valdés Aller, del comité castellano leonés. Tarjeta amarilla a los locales Mariano Sánchez, Dimas y Manu Torres y a los gerundenses Goiría y Acuña 

INCIDENCIAS: Trigésimo primera jornada de la Liga en Segunda División en el estadio Cartagonova de Cartagena ante 6.224 espectadores.

LA CRONICA
Por GUILLERMO JIMENEZ

El objetivo del Cartagena este sábado se quedó a medio camino. Un empate ante un rival directo, el Girona, que no es un desenlace tan dañino como lo fue el tropiezo frente el Nàstic. Al menos (el consuelo en este caso puede ser pobre) los albinegros vencen en el goal average con los gerundenses pero no avanzan en la desesperada carrera por la salvación.

La tesorería del Murcia lo va a notar sobremanera el próximo sábado en el derbi pues aumentará el número de telespectadores cartageneros pendientes de 7RM pero no habrá marcha sobre Nueva Condomina como la última en la que viajaron seguidores en 32 autobuses, para vivir  el momento glorioso en que el Cartagena fue capaz de endosarle un 1-4 a los granas en el debut de Jose González en el banquillo murcianista.

{sumario:Un tiro al palo de Collantes y otro de Raimondi pudieron ser goles:sumario}El equipo de esta tarde gris no tuvo solvencia para vencer y además siguió sin contar con esa mínima dosis de suerte que a veces se requiere para decantar un marcador a favor. Cabe recordar el lanzamiento de la falta que Collantes mandó al palo, a los 16 minutos, y el remate cabecero de Raimondi, en el 79, que atajó el portero Dani Mallo, a punto de introducir él mismo la pelota en la red. Al margen de estas dos acciones y de algunos envíos de Juan Collantes con intención hacia el marco rojiblanco, el potencial ofensivo de los de casa fue pobre. Faltó definición y no se acertó en los últimos metros.

El gol gerundense a los 7 minutos, obra de Coro, era mal presagio para un Cartagena que presentó de salida cinco cambios en la alineación respecto al cuadro inicial ante el Tarragona, con la baja imprevista de Álvaro Antón, que se quedó por enfermedad en su domicilio. Con la moral frágil por tanto descalabro acumulado en las últimas semanas, el equipo albinegro hizo lo posible para no descomponerse y lo logró ante un romo Girona, con escasos recursos atacantes. Porque querer se quiso, pero no se pudo una piensa que por propia incapacidad en la mayoría de casos.

El partido comenzaba a ser uno de tantos entre el hastío y la mediocridad hasta que en el minuto 38 el gaditano Collantes aprovechó una dejada de Salva Chamorro para batir a Dani Mallo de un fuerte tiro. El Cartagena tuvo entonces y hasta el descanso sus mejores momentos. Le echó casta al partido, jugó con desenvoltura y metió al Girona en su área al temerse lo peor por parte catalana. Se abrió el juego por las alas, Collantes por la derecha y Lafuente por la izquierda de manera que se hizo un juego vertical que más adelante no continuaría. Pero el público, que aplaudió en la retirada de los jugadores en el descanso, se hizo ilusiones.

{sumario:Surgió el contratiempo de la lesión de Braulio, a los 54 minutos:sumario}Después el manto de la adversidad volvió a eclipsar a un cuadro, el de Carlos Ríos, que se había despojado de la chaqueta de su chandall azul y que no cesaba de empujar anímicamente a su equipo, pero el cuadro albinegro ya no fue capaz de marcar el gol que precisaba para vencer en uno de los partidos de su Liga particular. Surgió el contratiempo de la lesión de Braulio, a los 54 minutos, relevado por Héctor Font; en el 64 Toni Moral reapareció para sustituir a Ander Lafuente, uno de los que más habían trabajado, y el último recurso fue utilizar a Raimondi como referencia atacante.

Carlos Ríos organizó una nueva revolución antes del partido, cambiando los defensas laterales y en ataque después de una larga ausencia contó con el oriolano Salva Chamorro, que dio a Collantes el balón del gol pero sin que después pudiese aportar acierto en la pelea con la cobertura gerundense formada por Juanlu, Tébar, Tortolero y David, delante de los cuales se situaron Ballini, Goiria (en la media punta, pero tan ineficaz como siempre) y Dorca.

Pero el centro del campo albinegro, aun con los esfuerzos de Mariano y Dimas, no tuvo dominio suficiente en la mayoría del encuentro, que fue un forcejeo excepto en los momentos más esperanzadores del Cartagena, cuando con corazón se echó al ataque para ganar. Mas después cayó en la ausencia de capacidad para resolver cara a puerta.

El Girona jugó sus bazas para no perder, viendo que no era posible vencer porque la zaga cartagenerista esta vez no cometió errores y la propia ofensiva catalana no estaba para muchas proezas. Una defensa ordenada fue suficiente por parte visitante para atajar los intentos de un cuadro que fue perdiendo fuerza y que no obstante esta vez fue aplaudido por su público hasta el final.

El sufrimiento sigue. Es el sempiterno compañero del Cartagena en esta Liga. Continúa faltando una victoria para que rompa con la tónica. Se busca pero no se encuentra.

Otro paso atrás muy peligroso
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