1 de julio de 2009, 2:00
Pedro Arango Segura se explica para sportcartagena.es. Lo hace con el convencimiento de que, ocurra lo que ocurra en la planificación del Efesé en Segunda, él continuará siendo cartagenerista de corazón.
"Cuando se concretó su fichaje por el Cartagena, Juan Ignacio me llamó por teléfono, que es algo que ha hecho otras veces, después de ir a Salamanca y después a Albacete. Me llama siempre como amigo. Ahora me comunicó que le gustaría contar conmigo pero no sé nada en este sentido”.
Arango intuye que, en el caso de que volviese al Cartagena, podría recibir una misión diferente a la específica de segundo entrenador.
“Lo único que sé es que al Cartagena, de cuyo ascenso me alegré un montón, le espera una competición muy difícil pues la lista de equipos de calidad es acojonante Tanto si estoy dentro como si estoy fuera del club, voy a sufrir porque yo soy así”, añadió Arango.
Pedro Arango es una persona que para vivir no necesita del fútbol pero que irremediablemente tiene que estar metido en sus engranajes. Continúa ligado al Cartagena Veteranos desde que su "padrino" Pedro Sabiote presidía las viejas glorias blanquinegras.
"Cuando se concretó su fichaje por el Cartagena, Juan Ignacio me llamó por teléfono, que es algo que ha hecho otras veces, después de ir a Salamanca y después a Albacete. Me llama siempre como amigo. Ahora me comunicó que le gustaría contar conmigo pero no sé nada en este sentido”.
Arango intuye que, en el caso de que volviese al Cartagena, podría recibir una misión diferente a la específica de segundo entrenador.
“Lo único que sé es que al Cartagena, de cuyo ascenso me alegré un montón, le espera una competición muy difícil pues la lista de equipos de calidad es acojonante Tanto si estoy dentro como si estoy fuera del club, voy a sufrir porque yo soy así”, añadió Arango.
Pedro Arango es una persona que para vivir no necesita del fútbol pero que irremediablemente tiene que estar metido en sus engranajes. Continúa ligado al Cartagena Veteranos desde que su "padrino" Pedro Sabiote presidía las viejas glorias blanquinegras.
