Una de las claves del partido estuvo en la expulsión prematura del local Juanfra. Estaba advertido, insistió en sus protestas y Germán Cid, el colegiado del choque, no dudó en mostrarle la segunda cartulina amarilla. El Cartagena, de aquellas, ya ganaba por 0-1 y estaba siendo infinitamente mejor. Sin embargo…
Cuando todo parecía que se iba a poner mucho más de cara para los blanquinegros resultó que a peor, que el Villanovense sacó fuerzas de flaqueza y que el 42-58% de posesión del balón en la primera parte pasó a ser un 52-48% en la segunda mitad jugando, curiosamente, con un futbolista menos.
No sabemos lo que habría ocurrido si Juanfra hubiese seguido sobre el césped pero la realidad es que, durante todo ese tiempo el equipo de Victor Fernández estaba siendo infinitamente superior a un Villanovense que, a partir de ahí, sacó fuerzas de flaqueza, se superó a sí mismo y ni siquiera con el 0-2 dobló la rodilla.
