A nadie le entra en la cabeza que el Cartagena vuelva a tropezar de nuevo este sábado ante el Alcoyano, la consigna es ganar o ganar. No cabe otra. Los futbolistas, que han vuelto este martes al trabajo, afrontan la semana con ese único objetivo de lograr, al fin, la primera victoria de la Liga.
Claro que hay un problema añadido, que el Alcoyano tiene el mismo problema. No ha ganado desde su regreso a Segunda División desde los años cincuenta. Y mucho ha llovido. En Alcoy anuncian seguidores, que aunque no serán muchos, probablemente sí vendrán con el propósito de hacer ruido y de animar a sus jugadores.
Para ello la afición albinegra también se prepara. Saben que espera un mes de octubre de lo más complicado, que acabará con el derbi ante el Murcia en el Cartagonova. Para entonces la situación puede estar normalizada, tiempo hay de sobra pero hay que empezar ganando ya. Y este sábado urge el triunfo ante un Alcoyano especialmente sensibilizados con las actuaciones arbitrales.
Será también la primera visita del Alcoyano desde aquella otra del 17 de mayo de 2009, fecha del primer partido de la final por el ascenso que acabó con aquel raquítico 2-1 con goles de Héctor Yuste y Samuel, prólogo de lo que sería ocho días más tarde en El Collao. Y esa carga de cierto morbo siempre gusta al aficionado que tiene la motivación del precio de las entradas. El club sabe que necesita del apoyo de sus seguidores y no le queda más remedio que abrir la mano y solicitar la ayuda.
Aunque estemos aún en los primeros compases de la Liga la situación se ha puesto extremadamente difícil y sólo cabe encontrar ayuda desde la grada porque se trata de salir cuanto antes del pozo en el que se ha metido el equipo. Los jugadores y el entrenador lo sabe y van a hacer todo lo posible, a poco que le dén la grada responderá este sábado.
