29 de noviembre de 2013, 9:37
Las colas han vuelto a los alrededores del estadio Cartagonova. Unas 20 personas ya esperaban al filo de las ocho de la mañana en las puertas de las oficinas del club y serán muchos más conforme vaya avanzando el día. El club abre sus oficinas a las 10 y para entonces ya habrá vendidas al menos unos 50 de los 300 billetes que, aproximadamente tiene previsto poner el club a la venta.
Por este orden ha ocupado ese simbólico ranking de primeros en llegar a la cita, esta vez fueron Andy Céspedes y Luis Ortíz junto con su sobrino Jose Manuel Ortízl, se llevaron mantas y una película para, al abrigo del coche, pàsar la noche como mejor se ha podido.
Ya tienen alguna experiencia en este sentido porque con las famosas 500 entradas que el Alcoyano envío a Cartagena en vísperas del ascenso también pasaron la noche a la intemperie. Claro que entonces era verano y más de 20 grados aquella noche de mayo y ahora la temperatura no ha sobrepasado de los 3 grados.
A las 06:00 horas el presidente de la Federación de Peñas, Pencho Angosto, camino de su trabajo, visitaba a estos aficionados para interesarse como se encontraban, por cierto que repletos de moral y en algún caso hasta diciendo que se le iba a plantar cara al Barça “aquí y allí”. La moral que no falte.
Dos horas después, sobre las 08:00 horas la cola ya superaba a las 20 personas lo que hace prever que los 300 billetes de tren al precio de 49 euros con todo incluido van a durar bien poco en las oficinas del club.
SPORTCARTAGENA está presente en esa cola con Andy Céspedes y contaremos los detalles y las anécdotas de esta nueva 'fiebre' que viven los aficionados cartageneros.
LA SORPRESA DE LOS JUGADORES Y EL APLAUSO DE TEVENET
A las 10 de la mañana, hora en la que se abrían las oficinas del club, había aproximadamente unas 60 personas dispuestas a retirar el billete correspondiente, en este caso reservar cinco billetes por persona que es el cupo que le corresponde a cada uno de ellos. Si las previsiones se cumplen esta misma mañana o durante el día pueden quedar agotadas,
Los jugadores cartageneristas, conforme iban llegando al estadio Cartagonova y veían la cola, quedaban admirados que los primeros hubieran guardado la cola desde la una de la madrugada. Cuando llegó Tevenet y se enteró, les aplaudió a todos ellos y algunos le correspondieron.
