Lunes 8 de julio 2019
Esta noche pasada al final conseguí alojamiento en una residencia universitaria que por cierto me costó encontrarla. Me levanto a las 5 de la mañana con la intención de no hacer ruido pues es habitación compartida. Busco una salida hacia Mont de Marsan y con la ayuda de los empleados de la limpieza urbana y resulta que la salida está muy cerca.
Paro a desayunar y de nuevo a darle a los pedales. Me despisto y tengo que retroceder 3 kilómetros.
Qué bonita y verde está la campiña. Kilómetros y kilómetros de viñedos. Hace tres años bajando de Holanda me encontré con varios chicos españoles, dos de ellos murcianos, en condiciones pésimas durmiendo debajo de unas cunas y sin luz ni agua, estaban haciendo la vendimia.
Hoy el Camino ha sido precioso de vistas. Al final de la tarde paro en Roquefort y no es el de los quesos, que está más al Norte.
Me alojan en una Escuela y ahora a descansar