4 de mayo de 2010, 2:00
“Moriremos por el ascenso”, viene a ser el eslogan de la campaña que quedará plasmada en un póster y en una serie de actividades, con regalo de camisetas, colocación de símbolos albinegros en balcones, escaparates de comercios. Javier Rufete ha movilizado a casi todo el mundo. Todo ello conducente a que el estadio se llene en la visita del Numancia, este sábado.
Esta mañana, sobre las 12.20 horas, han aparecido cuatro de las ‘torres’ del Cartagena en el Teatro Romano, bajando las escalinatas, y allí han pasado para las cámaras de los fotógrafos y para las televisiones, incluido Sportcartagena TV.
Curiosamente no se pudo remediar un fallo técnico: en vez de sandalias, Rubén y Pablo Ruiz llevaban zapatillas deportivas. Normalmente no saldrán de tal guisa en las fotos oficiales de la campaña.
Entre risas, entre bromas y veras, Rubén (romano, con casco) atacaba a Pablo Ruiz (Carthaginés) y Mariano Sánchez atacaba a espadazos y sin piedad al Lobo Vigil, (Guerrero de Uxama) que se protegía con escudo redondo.
Mariano gritaba: ¡“El Lobo está acojonao!”
Un grupo de alumnos de colegios de la localidad entonaron el ¡Efesé, Efesé¡ Y los turistas observaban el acontecimiento de una batalla de mentirijillas pero con un mensaje evidente de fe y de optimismo.
Esta mañana, sobre las 12.20 horas, han aparecido cuatro de las ‘torres’ del Cartagena en el Teatro Romano, bajando las escalinatas, y allí han pasado para las cámaras de los fotógrafos y para las televisiones, incluido Sportcartagena TV.
Curiosamente no se pudo remediar un fallo técnico: en vez de sandalias, Rubén y Pablo Ruiz llevaban zapatillas deportivas. Normalmente no saldrán de tal guisa en las fotos oficiales de la campaña.
Entre risas, entre bromas y veras, Rubén (romano, con casco) atacaba a Pablo Ruiz (Carthaginés) y Mariano Sánchez atacaba a espadazos y sin piedad al Lobo Vigil, (Guerrero de Uxama) que se protegía con escudo redondo.
Mariano gritaba: ¡“El Lobo está acojonao!”
Un grupo de alumnos de colegios de la localidad entonaron el ¡Efesé, Efesé¡ Y los turistas observaban el acontecimiento de una batalla de mentirijillas pero con un mensaje evidente de fe y de optimismo.
