5 de febrero de 2012, 15:43
"El juego estaba bastante dividido, pero los primeros goles, de la forma en que los hemos encajado, han marcado el partido. Ahí hemos perdido la frescura necesaria. Ha habido momentos donde nos podíamos haber vuelto a meter, pero el Hércules se ha aprovechado de tener el partido de cara", dijo Carlos Ríos.
No quiso acordarse de la única baja del partido: "no se sabe que hubiera pasado con Abraham en el campo. Prefiero no acordarme de los jugadores que no han podido estar".
Siguió incidiendo en que los goles encajados al principio fue la clave: "tampoco ellos habían hecho nada del otro mundo. Los primeros minutos del partido suelen seguir esa dinámica, pero los dos goles han sido como una mochila de 40 kilos encima y que te cuesta quitártela".
Ahora toca pensar en la semana próxima: "ya este partido ha terminado. Hemos perdido la batalla pero no la guerra. Para nosotros es una semana motivante porque hay que sobreponerse a los palos. El vestuario está jodido, pero hay que sobreponerse. Aquí no ha terminado la liga ni mucho menos. Por lo tanto, levantarse es una virtud importante. Te puedes caer, pero vamos a intentar ser capaces de hacerle ver que nos podemos levantar al siguiente partido".
"De todos los partidos se sacan conclusiones", proseguía el míster, "incluso de los que se ganan bien. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados, porque hay mucha temporada por delante y es lo que queda. Hay una desilusión importante después de esta racha buena de resultados. No voy a excusar nada: hemos perdido y el principal culpable soy yo. Así prefiero asumirlo, pero estoy muy motivado. Quiero que el equipo refleje mi carácter de morir matando. Ha habido momentos en que quería saltar al terreno de juego".
No quiso entrar en el nivel mental de jugadores como Reina o Dimas, que acabó siendo levemente pitado: "nos preocupan todas las cosas, tanto a nivel individual como colectivo. Intentamos transmitirle a los jugadores nuestra confianza, y yo, de ser Dimas, moriría en el campo en el próximo partido. Esto es un deporte colectivo, pero el que más ha fallado durante el partido, he sido yo, y no me voy a venir abajo. Hay que sacar tu orgullo en estas situaciones. Nos vamos a salvar, no voy a cambiar el discurso por un partido".
De todas formas, Ríos encara la semana con optimismo: "hay mucho trabajo, y eso es bueno y, para mí, muy motivante. Estoy deseoso de que llegue el entreno, más que el primer día".
