Si los técnicos del Cartagena cobrasen por horas en este miércoles 14 se habrían puesto las botas porque su faena laboral se prolongó durante más de seis horas, de forma consecutiva y apenas sin tiempo para tomar un bocado durante la hora de la comida.
Esa y no otra fue la opción que les quedó al grupo que encabeza Manolo Palomeque junto a su ‘segundo’ Popi, además del resto de ayudantes incluido ‘El Bomba’ Cáceres, Simón Ruiz y el preparador físico Miguel Cuesta.
En primer lugar trabajaron con un grupo de jugadores entre los que se encontraban los canteranos. Empezó sobre las 13:30 horas para acabar alrededor de las tres de la tarde y con el tiempo justo empezaba la segunda parte del entrenamiento pero ya con los jugadores profesionales y enfocado al partido ante el filial del Granada.
En suma una amplia sesión de trabajo en la que no hubo otro remedio que acomodarse al horario que le dejaron, y todo para poder trabajar con cierta normalidad sobre un césped de hierba natural, por cierto que en un estado magnífico. Si cobrasen por horas a más de uno e habría venido pintiparado.
El problema es que no cobran ni por horas ni de ninguna de las maneras, con tres meses pendientes que, evidentemente, promueve comentarios dentro del vestuario.