Son siete los escenarios distintos en los que ya ha entrenado el Cartagena desde que sus futbolistas empezaron a trabajar poco antes de mediados de julio: La Manga Club, Estadio Cartagonova, Gómez Meseguer, Llano del Beal, Pilar de la Horadada, Fuente Álamo y Totana. Siete campos, todos ellos distintos, con sus peculiaridades, que en poco o en nada benefician a las piernas de los jugadores.
Esta semana, sin ir más lejos, han sido prácticamente 400 los kilómetros que han tenido que recorrer la mayoría de sus jugadores para poder entrenar. Los 150 kilómetros a Totana –más lejos aún porque el polideportivo está en la falda de Sierra Espuña, cerca de Toledo- más 60 kilómetros ida y vuelta a Fuente Álamo el miércoles –sesión doble-, jueves y viernes, han sido la ración de carretera que se han tragado los futbolistas n recorrer los campos para entrenar.
Un problema de difícil arreglo para el Cartagena, que lanza globos sondas al ayuntamiento para que le construya al menos un terreno de juego en condiciones y en Cartagena, ya que la idea de una Ciudad Deportiva con fondos municipales está descartada por ahora ya que no hay dinero en las arcas municipales.
Mientras el estadio Cartagonova no se recupera al 100% a los jugadores albinegros no les cabe otra que conformarse con seguir siendo el mismo equipo-nómada de cada temporada. Esta semana han sido más de 400 kilómetros. Pero la pregunta sería saber cuántos más faltan por recorrer.
