19 de octubre de 2014, 21:30
Julio César Ribas estuvo en el Cartagonova.Lo hizo (casi) de incógnito. Se ubicó en varias zonas de la grada acompañado siempre por un hijo de Florentino Manzano. Con gorra negra no hizo ningún tipo de declaraciones y desde el club ya se encargaron de 'esconderlo' oportunamente
La historia, interminable, de Julio Ribas, sigue escribiendo capítulos aunque esta vez para poner el punto final a una ausencia que ha durado casi mes y medio. Ribas aterrizó en el aeropuerto de Madrid/Barajas este mismo domingo por la mañana. Apenas unos cuantos estaban informados en el club de su llegada, se acudió a recogerle y por la tarde ya estaba presente en el Cartagonova pero como un aficionado más.
El uruguayo, con gorra y de negro, vio la primera media hora en la última fila de la rambla lateral acompañado de Javier Manzano, uno de los hijos de Florentino Manzano. Después varió su ubicación y se colocó en la tribuna principal, dónde acabar´ñia viendo el choque del que, suponemos, tomaría buena nota.
Ribas, quien se marchó a Montevideo tras el partido con el UCAM Murcia el pasado 3 de septiembre y en la jornada tercera, no ha podido ver ninguno de los partidos que se han jugado a continuación a pesar de que se ha dicho en repetidas ocasiones que volvería. este domingo nadie del club, ni su nuevo jefe de prensa -que muchos ya se preguntan para que lo han traido- ni nadie de los responsables ofrecieron información o explicaciones acerca de su regreso. Sólo Florentino Manzano, al ser preguntado por este diario, respondió con nomalidad.
No deja de ser una situación única, jamás vista en la historia centenaria del fútbol cartagenero y, probablemente, en el fútbol español ya que no hay un caso parecido que se recuerde.
