11 de noviembre de 2012, 21:44
No gustó la actuación del colegiado de Granada, adscrito al colegio andaluz, Juan Manuel López Amaya. Nunca había visitado el estadio Cartagonova en su condición de árbitro y en esta su primera comparecencia dejó mucho que desear.
Pecó de ser demasiado condescendiente con los futbolistas del Melilla, a los que les perdonó casi todo. Por el contrario fue demasiado estricto con los futbolistas albinegros, tampoco sancionó una cesión de un jugador melillense a su portero, que pasó por alto.
Al final su actuación quedó difuminada por los dos goles cartageneristas pero llamó la atención los cinco minutos de tiempo añadido que, curiosamente, sirvió para que los albinegros acabasen ‘matando’ el partido con el 2-0 materializado por Tonino.