21 de septiembre de 2014, 20:35
Aunque hubo un conato al final de rifi rafe entre jugadores de ambos equipos la entrega del trofeo Carthaginenses y Romanos pudo levarse a cabo sin mayores dificultades que las que suponía lograr reunir primero y mantener después a los dos equipos sobre el césped.
Una vez logrado todo fue mucho más fácil. Al veterano Chota, como capitán del Melilla, le hicieron entrega de un trofeo que se pone en juego año tras año y que siempre va a parar a las vitrinas del equipo visitante en lo que no deja de ser una gentileza por parte blanquinegra, que sea cual sea el marcador, siempre lo cede.
Un buen gesto para acabar una mañana caliente.