Molina está de vuelta a casa. Este joven guardameta (nació el 30 de marzo de 1991) ha aceptado regresar al equipo de su tierra en calidad de cedido por el Real Madrid, una vez se ha confirmado la desaparición del Guijuelo, equipo al que había sido cedido pero al retirarse el equipo salmantino el Cartagena se puso rápidamente en contacto con el club blanco para lograr su cesión.
No hace mucha falta recordar que Molina pertenecía al Cartagena y jugaba en el equipo filial del Cartagena-La Unión. Pero al desaparecer las bases por orden de Poco Gómez el jugador quedó libre y su representante se movió rápido para conseguir su fichaje por el club blanco.
Allí jugó la pasada campaña en el Madrid C donde fue titular cuajando una excelente campaña en el grupo madrileño de Tercera. Esta campaña había sido cedido al Guijuelo, de Salamanca, pero las circunstancias han querido ‘devolverlo’ al Cartagena, que va a contar con tres guardametas de calidad.
Por su parte Raúl Godinez, quien hasta ahora venía desempeñando las funciones de tercer portero, pasará a jugar de un modo definitivo con el Cartagena FC en Preferente.
Se trata de un guardameta que destaca por su buena colocación bajo los palos y su regularidad. La altura que tiene y su gran envergadura le permiten desenvolverse con seguridad en el juego aéreo, donde es bastante difícil de sobrepasar en las salidas. Ésta es la descripción que puede leerse en su ficha técnica en la web oficial del Real Madrid.
Como curiosidad su padre está muy ligado al fútbol base de Cartagena, en concreto es uno de los directivos más activos del EF Nueva Cartagena y probablemente habrá sido de los primeros en alegrarse por el retorno de su hijo, que tiene por delante un brillante futuro en ciernes.
Por cierto que Mourinho le conoce personalmente y se ha interesado varias veces por sus entrenamientos y su desarrollo en el club blanco.
