21 de enero de 2012, 12:24
Nueva visita del barcelonés Miranda Torres a Cartagena con una actuación que no llegó al aprobado. Trató de repartir justicia pero tuvo errores, motivo por el que no puede decirse que cuajara una buena actuación.
Tuvo decisiones que favorecieron al Cartagena como el gol anulado al Recreativo por fuera de juego en los últimos minutos, que podrían haber llevado fácilmente la intranquilidad hasta la grada. Sin embargo tambièn señaló otras acciones en contra del Cartagena que perjudicaron los intereses albinegros, entre ellas algunos fueras de juegos dudosos en acciones que contenían mucho peligro de cara al marco onubense.
Miranda mostró cinco tarjetas amarillas, tres para el Cartagena y dos al 'Recre'. El meta Juanma vio la cartulina amarilla a unos 30 metros de distancia por lo menos. El portero cartagenerista no quería sacar al estar Mariano Sánchez cerca suya y tumbado en el suelo. Lo interpretó como pérdida de tiempo.
No cayó en la pérdidas absurdas de tiempo y fue inflexible en ese sentido permitiendo que se jugase con cierta fluidez y sin excesivas faltas señaladas. Tuvo una actuación un tanto protestada aunque también es cierto que le hemos visto peores partidos.
Una última consideración: parece que tiene especial manía (o será casualidad) en señalar faltas en contra del Cartagena a la altura del banquillo visitante. En este partido fueron tres que, unidas a las dos que señaló ante el Murcia y que supusieron los dos goles granas, suman cinco faltas del mismo estilo. Será casualidad pero madre mía, que peligro llevan esos balones transformados en faltas demasiado rigurosas.
Tuvo decisiones que favorecieron al Cartagena como el gol anulado al Recreativo por fuera de juego en los últimos minutos, que podrían haber llevado fácilmente la intranquilidad hasta la grada. Sin embargo tambièn señaló otras acciones en contra del Cartagena que perjudicaron los intereses albinegros, entre ellas algunos fueras de juegos dudosos en acciones que contenían mucho peligro de cara al marco onubense.
Miranda mostró cinco tarjetas amarillas, tres para el Cartagena y dos al 'Recre'. El meta Juanma vio la cartulina amarilla a unos 30 metros de distancia por lo menos. El portero cartagenerista no quería sacar al estar Mariano Sánchez cerca suya y tumbado en el suelo. Lo interpretó como pérdida de tiempo.
No cayó en la pérdidas absurdas de tiempo y fue inflexible en ese sentido permitiendo que se jugase con cierta fluidez y sin excesivas faltas señaladas. Tuvo una actuación un tanto protestada aunque también es cierto que le hemos visto peores partidos.
Una última consideración: parece que tiene especial manía (o será casualidad) en señalar faltas en contra del Cartagena a la altura del banquillo visitante. En este partido fueron tres que, unidas a las dos que señaló ante el Murcia y que supusieron los dos goles granas, suman cinco faltas del mismo estilo. Será casualidad pero madre mía, que peligro llevan esos balones transformados en faltas demasiado rigurosas.
