4 de agosto de 2009, 2:00
Turpín, el padre franciscano que protagonizó la campaña más exitosa de la historia del fútbol cartagenero, camina de nuevo. Tras su exitosa y, para algunos, también polémica campaña, consideró que lo mejor sería alejarse de los focos y volver a su vida tranquila y rutinaria. Aquel día, el 14 de junio, Antonio estaba muy lejos de sospechar siquiera la que estaba a punto de caerle encima. Y todo, por prestar su imagen a la campaña publicitaria por el sin par y muy peculiar presidente Paco Gómez. Le colocaron, sin saberlo él, la palabra ‘ostia’, sin la hache, para que no se le relacionara con nada blasfemo. Si se descuidan, el asunto llega hasta el mismísimo Vaticano y hasta la ciudad de Assis.
Los focos acosaron al popular y carismático padre franciscano, especialmente las televisiones, muchas de cuyas cámaras incluso trataron de entrar al precio que fuese colegio donde da clase utilizando todo tipo de argücias, incluso ofreciendo dinero.Turpín asistía entre sorprendido y aturdido desde sus clases. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos tomó una decisión, que lo mejor era ‘emigrar’ a ninguna parte, quitarse de en medio y dejar que la cosa se enfriase.
Ahora, casi dos meses después, Antonio Turpín vuelve en loor (no en 'olor' como estaba mal escrito en la redacción de origen) de multitudes . Como antes y como siempre, sin querer. Su primer acto público tambièn ha estado cerca de ser la ‘ostia’de nuevo. En realidad ha sido el segundo porque a finales de junio ya tuvo uno en Ciudad Jardín donde se dio un baño de multitudes. Pero el ‘problema’ estaba cerca, por eso podemos considerar este de los otros días en Los Nietos como el de su vuelta a la actividad.
La historia es la siguiente: una peña del Rayo Vallecano llamada ‘Siglo XXI’, con muchos de sus miembros con raíces en Cartagena, tuvo conocimiento de la campaña liderada por Turpín. Ni cortos ni perezosos, decidieron premiar al capellán blanquinegro del mejor modo que podían hacerlo, entregándole un banderín del Rayo Vallecano, equipo al que veremos muy pronto en Cartagena ya que será el primer rival de los albinegros en casa.
Turpín no quiso fotos en la puerta de la iglesia de Los Nietos, tampoco quiso hablar más allá de dar las gracias a los peñistas del Rayo y se limitó a recoger su banderín y agradecerlo. Su momento llegará pronto, muy pronto. Y lo hará en un día señalado, el que más le gusta y desde dónde mejor sabe hacerlo: en la ofrenda floral a la Patrona de Cartagena.
Ese acto, el de la ofrenda y el posterior sermón, prometemos no perdernóslo por nada del mundo y ya veremos a ver si el templo de la Caridad no se llena, sólo y exclusivamente para escuchar las palabras, el sermón también que le espera a algunos, desde el altar. Antonio Turpín, ayer, hoy y siempre. Genio y figura. Franciscano él pero también futbolero y del Cartagena, su gran pasión más que le pese a algunos. En dónde está se nota.
Los focos acosaron al popular y carismático padre franciscano, especialmente las televisiones, muchas de cuyas cámaras incluso trataron de entrar al precio que fuese colegio donde da clase utilizando todo tipo de argücias, incluso ofreciendo dinero.Turpín asistía entre sorprendido y aturdido desde sus clases. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos tomó una decisión, que lo mejor era ‘emigrar’ a ninguna parte, quitarse de en medio y dejar que la cosa se enfriase.
Ahora, casi dos meses después, Antonio Turpín vuelve en loor (no en 'olor' como estaba mal escrito en la redacción de origen) de multitudes . Como antes y como siempre, sin querer. Su primer acto público tambièn ha estado cerca de ser la ‘ostia’de nuevo. En realidad ha sido el segundo porque a finales de junio ya tuvo uno en Ciudad Jardín donde se dio un baño de multitudes. Pero el ‘problema’ estaba cerca, por eso podemos considerar este de los otros días en Los Nietos como el de su vuelta a la actividad.
La historia es la siguiente: una peña del Rayo Vallecano llamada ‘Siglo XXI’, con muchos de sus miembros con raíces en Cartagena, tuvo conocimiento de la campaña liderada por Turpín. Ni cortos ni perezosos, decidieron premiar al capellán blanquinegro del mejor modo que podían hacerlo, entregándole un banderín del Rayo Vallecano, equipo al que veremos muy pronto en Cartagena ya que será el primer rival de los albinegros en casa.
Turpín no quiso fotos en la puerta de la iglesia de Los Nietos, tampoco quiso hablar más allá de dar las gracias a los peñistas del Rayo y se limitó a recoger su banderín y agradecerlo. Su momento llegará pronto, muy pronto. Y lo hará en un día señalado, el que más le gusta y desde dónde mejor sabe hacerlo: en la ofrenda floral a la Patrona de Cartagena.
Ese acto, el de la ofrenda y el posterior sermón, prometemos no perdernóslo por nada del mundo y ya veremos a ver si el templo de la Caridad no se llena, sólo y exclusivamente para escuchar las palabras, el sermón también que le espera a algunos, desde el altar. Antonio Turpín, ayer, hoy y siempre. Genio y figura. Franciscano él pero también futbolero y del Cartagena, su gran pasión más que le pese a algunos. En dónde está se nota.
