12 de octubre de 2012, 20:33
En el fútbol no existe el ayer. A pesar de llevar seis victorias en el zurrón, basta un empate en casa para que desaparezca esa sensación de ser intocables. El camino de la Segunda B es largo y tortuoso, y serán muchos los 'San Roques' que se crucen en él. Pero como ya hemos recordado, no basta con lo conseguido hasta ahora, por mucho que sea, sino que hay que continuar sumando y ganando. Y lo bueno de este Cartagena es que, por el momento, se ha acostumbrado a ganar, algo que es fundamental en los equipos que finalmente ascienden.
Un empate no es nada. No tiremos el carro por el pedregal y dejemos trabajar a un cuerpo técnico y a un grupo que se lo han ganado por el momento, pero sin perder la perspectiva de la categoría en la que milita el equipo albinegro. Cada punto es un tesoro, y más cuando además sirve para para continuar encaramado a una primera posición que, al final de campeonato, supone una doble oportunidad de volver a donde nunca debimos dejar de estar.
En cualquier caso, este equipo sólo ha estado cerca de su mejor versión dos veces: en aquel cómodo partido ante el Lucena, que se puso de cara muy pronto; y en La Línea de la Concepción, donde dominó 'de pe a pa'. El resto de partidos se han ido sacando tirando de pegada, calidad y saber hacer, y sobre todo han sido victorias construidas a través del sufrimiento defensivo. Da para ir ganando, pero es natural que todos querramos ver a este equipo jugar a otra cosa. Tampoco cabe olvidar que por planteamiento no será, puesto que el centro del campo es puramente ofensivo con dos pivotes que miran hacia arriba.
{sumario:La clave: como se desenvolverá el Cartagena en un partido abierto:sumario}¿Y qué versión encontraremos en Sevilla? Desde luego que, por las características del rival, se puede prever un partido de toma y daca, abierto, y con oportunidades para ambos conjuntos. Sería un escenario nuevo, puesto que al Cartagena normalmente le han esperado atrás y nunca han ido a buscarle. Y se puede intuir que eso le viene bien al equipo. Ver a Diego Segura, Marcos, Perona o Florian con tiempo para pensar y encarando el arco rival puede ser bonito. Salir ganando de Sevilla permitiría encarar como líderes la salida de campanillas a Cádiz. Pero eso ya será otra historia.
Para visitar Sevilla, el
Cartagena (1º con 19 puntos) contaba con varias dudas, sobre todo en la zona zaguera. Rueda y Fernando Martín han sufrido percances durante la semana, pero al final es el gaditano quien se queda fuera, y el ex del Alcoyano quien continuará haciendo pareja en el centro de la defensa con Hugo Álvarez. Forzará a pesar de que se produjo una fuerte contusión en el tobillo el pasado miércoles. Otro con el que de momento no se cuenta es Mariano Sánchez. Pato fue categórico al respecto: “no está en forma y hay que tener mucha prudencia con él”. Ya veremos.
{sumario:Raimondi vuelve a estar de baja unas dos semanas:sumario}Por delante, Nicolás Raimondi ha vuelto a caer. Dos semanas estará de baja el uruguayo, por lo que la más que probable titularidad de Florian y Perona toma aún más fuerza. A pesar de que la ficha de Akinsola ya está tramitada, parece algo precipitado que disfrute de minutos. En el centro del campo no habrá variaciones. La pareja Marcos-Segura seguirá llevando el timón del equipo, y un entonado (según el entrenador) Riau pude seguir disfrutando de la titularidad en la banda izquierda.
Por su parte, el
Sevilla Atlético (8º con 10 puntos) viene de dar la campanada al vencer en el Ramón de Carranza por 1-2. Eso sí, a pesar de que la victoria llegó con dos disparos desde fuera del área, el conjunto filial empieza a acoplarse a una categoría en la que empezaron con paso dubitativo. Conformado por gente joven (20 años de media) de la cantera sevillista, también se ha reforzado con jóvenes talentos de fuera para integrarlos antes de dar el paso al primer equipo. Además, el hecho de que el Sevilla de Primera no juegue, hace que el Atlético pueda contar con todos sus efectivos.
No se permite relajación alguna. Se debe seguir por la senda de las seis primeras victorias. Porque lo que cuenta es ganar, ganar, ganar y volver a ganar.
