19 de marzo de 2013, 14:35
Hay futbolistas en la plantilla del FC Cartagena que lo están pasando mal. El caso del rumano Savu es singular. Llegó al Sanluqueño en el mes de agosto y en los meses que estuvo en el conjunto gaditano apenas recibió dinero, siempre con las promesas de cobrar. Cuando llegó la oportunidad de salir hacia el Cartagena no lo pensó mucho pensando, sin duda, en que sus problemas habrían acabado. Nada más lejos de la realidad.
Otro caso es el de Diego Segura que, tras pasar por un infierno en varios equipos, el último fue en el Ceuta, creía que todos sus males habrían acabado. Pero nada de eso. El sevillano, como el resto de sus compañeros, también sufre las consecuencias de la falta de liquidez que, por lo visto, sufre el dueño del club, Paco Gómez quien, pese a sus buenas palabras, este es el momento de no haber dado orden para que se paguen las nóminas pendientes.
En la plantilla reina una tranquila intranquilidad. Quizás podría decirse así a juzgar por lo que hemos hablado con algunos de sus integrantes, los cuales confían plenamente en que esta situación va a normalizarse "en breve" pero nadie se atreve a decir cuando será exactamente. Y a todo esto ¿que dice Pacheta? El técnico trabaja con normalidad y, aunque pueda dar la sensación de que está ajeno en su círculo más cercano no oculta su preocupación. Sabe que no es bueno y que si algo necesita la plantilla es tranquilidad en estos momentos tan decisivos de la Liga.
Paco Gómez sabe que tiene un problema por delante. Necesita unos 300.000 euros aproximadamente para hacer frente a lo qiue debe a sus jugadores, quizás con menos podría apañarse pero hay futbolistas que necesitan pagar el alquiler, la luz, el agua...
Hace unos días envió a Manolo Grau, su 'mano derecha' en los aspectos financieros, para que tranquilizase a la plantilla y que confía en que la situación de un giro y que el dueño cumpla con lo prometido. Por ejemplo en el entrenamiento de este martes en el Miniestadio de la 'Urba' nadie se habría referido al problema que subyace.
La tranquilidad existe. Pero hay futbolistas que necesitan cobrar para que la tranquilidad vuelva por completo al vestuario cartagenerista.
