22 de octubre de 2011, 19:00
FICHA TÉCNICA
RESULTADO
Girona FC 0-2 FC Cartagena
ALINEACIONES
Girona FC: Santamaría (2); Jose (1), Richy (2), Migue (1), Juanlu (1); Tébar (1), Dorca (2) (70' Garmendia -); Moha (1), Jandro (0) (59' Nieto -), Coro (2); Benja (1) (51' Saizar -).
FC Cartagena: Reina (2); Txiki (2), A.Paz (2), Chus Herrero (3), Kijera (2); Mariano (1), Dimas (2) (75' Cléber (0); Lafuente (2) (83' Riau -), Antón (1) (66' Bolado (1), Toni Moral (2); Collantes (3).
GOLES
0-1. Chus Herrero (50')
0-2. Collantes (68')
ÁRBITRO
Mariscal Sánchez, del colegio andaluz, asistido en las bandas por Egido Rojas y Baena Espejo. Amonestó a Mariano Sánchez, Dimas, Toni Moral.
INCIDENCIAS
6.244 espectadores en el estadio Montilivi de Gerona
La CRÓNICA
Por CARLOS SÁNCHEZ
Sólo se puede salir satisfecho de Montilivi. Llegó la primera victoria, se quitó esa losa de encima. Desde luego correr con ese peso sobre el cuello coarta, sobre todo por el miedo que atenaza. Los dos empates previos quitaron algo de esa coraza y, en Gerona, el Cartagena terminó por quitarse la careta. Dejó de ser la Caperucita a la que siempre se come el lobo para agarrar al lobo por las orejas. Ahora sí que sí.
La primera parte fue digna de un meritorio, sin ninguna duda de menos a más. El equipo dirigido por Javi López empezó algo dubitativo, intentando frenar las acometidas locales más como podía que como quería. Las llegadas de Coro por el centro y de Moha por la izquierda eran las más peligrosas para un defensa que achicaba agua. Eso sí, la inundación no llegó nunca a anegar al equipo albinegro (hoy de azul). Como diría el refrán, Dios aprieta, pero no ahoga.
Pasados esos quince minutos de susto, aclimatación o mera caraja, el equipo recobró la imagen que dio, sobre todo, el pasado sábado ante el Córdoba. Adelantó líneas, y siguió el plan establecido. Con una única pega: que el plan estaba diseñado para delanteros corpulentos, y hoy arriba aparecía la menuda figura de Juanjo Collantes. Costó tiempo volver a reajustar eso, y que el centro del campo se diera cuenta que más valía pájaro raseando por el césped que ciento volando, porque el gaditano no podía bajar esos balones aéreos. Normal.
Pero desde luego, el último cuarto de hora hasta el descanso dejó las mejores sensaciones hasta ese momento. El equipo llegaba y, sobre todo desde media distancia, creó mucho peligro a la meta de Santamaría. Primero fue Collantes quien lo intentó, pero sus disparos no consiguieron ni despeinar al cancerbero. Después Chus Herrero ya le puso el miedo en el cuerpo, efectuando un disparo que el guardameta tuvo que sacar de la misma cepa del poste. Y después Toni Moral desde dentro del área enganchó un disparo a bote pronto que buscaba la escuadra y no la encontró por poco.
Al descanso se llegó con el resultado inicial de 0-0, pero con la sensación de que, de seguir en la tónica mostrada, el equipo acabaría llevándose el gato al agua. Se lo estaba mereciendo. Y los méritos, aunque muchas veces tildemos al fútbol de cruel e injusto, se suelen ver recompensados. No es por volver a tirar de refranero, pero tanto va el cántaro a la fuente... En la segunda parte el Cartagena siguió yendo a la fuente y encontró el camino que llevaba al gol. Dos veces, para más señas.
Primero fue Collantes – buen partido el del gaditano hoy, primer buen partido para él – quien se encontró un regalo tras porfiar por el balón. Entre Migue y Santamaría no se entendieron y quedó el balón para el albinegro con portería, pelota y hasta los dioses a favor. Sin embargo, desde atrás y subido en una moto llegó Richy, quien desvió en el último momento a córner poniendo en juego su futura descendencia tras un choque con el poste. Literalmente.
Acto seguido, ese mismo córner fue botado por Toni Moral, y casi se cuela en un bonito gol olímpico que despejó el portero 'in extremis'. Para cerrar el tridente loco, en el siguiente córner y tras una serie de rechaces en el área del Girona, Chus Herrero hizo el primero de cabeza, consiguiendo plasmar en el electrónico lo que se veía en el césped. Este gol despejó aún más al Cartagena, que siguió apretando y apretando mucho más cómodo consigo mismo.
El segundo llegaría tras una jugada de, quien si no, Collantes, que peleó arriba un balón que casi nadie pelearía. Consiguió arrebatarle la pelota al central, enfilar al portero, y definir con la izquierda como quien no quiere la cosa, con la elegancia de los grandes futbolistas. Sin duda una gran noticia que este jugador vuelva por donde nos tenía acostumbrados la pasada campaña en Granada.
De ahí hasta el final, algo de nervios y ansiedad por sumar la primera victoria, pero sin pasar demasiados apuros. Todos pendientes del reloj, todos pendientes del crono, todos pendientes del primer final feliz de la temporada. Y es que el cuento se va endulzando. El lobo ya no come y hasta somos capaces de asustarle. Y que dure.
