28 de abril de 2011, 2:00
El club y el propio Juan Ignacio se habían buscado una solución ‘casera’ para estar lo más cercano posible al banquillo: en la pasarela más cercana al banquillo. Muy cerca. Pero el colegiado se dio cuenta y al alicantino no le quedó otra que dar unos cuantos pasos atrás y ubicarse, como un aficionado más, en la tribuna baja, lo más próximo al banquillo.
Aún así pudo dirigir, o mal dirigir en este caso porque no es lo mismo, al equipo. Tuvo hilo directo a viva voz, aunque no hizo demasiados gestos y se limitó a tomar apuntes de lo que pasaba y con la escasa visibilidad que tenía ya que una buena parte del banquillo le tapaban algunas de las acciones.
Tuvo a Perico Arango como ‘transmisor’ ya que era el encargado de transmitirle las órdenes a Javier Pereira, el ‘segundo’ de a bordo que fue, en realidad, quien les llevaba las instrucciones a los futbolistas. Para Albacete ya veremos qué solución se le encuentra porque las gradas del Carlos Belmonte están más alejadas que las del Cartagonova.
Aún así pudo dirigir, o mal dirigir en este caso porque no es lo mismo, al equipo. Tuvo hilo directo a viva voz, aunque no hizo demasiados gestos y se limitó a tomar apuntes de lo que pasaba y con la escasa visibilidad que tenía ya que una buena parte del banquillo le tapaban algunas de las acciones.
Tuvo a Perico Arango como ‘transmisor’ ya que era el encargado de transmitirle las órdenes a Javier Pereira, el ‘segundo’ de a bordo que fue, en realidad, quien les llevaba las instrucciones a los futbolistas. Para Albacete ya veremos qué solución se le encuentra porque las gradas del Carlos Belmonte están más alejadas que las del Cartagonova.
