La última visita de un equipo cartagenerista al campo histórico de Mendizrroza fue en junio de 1992. De eso ya han pasado 31 años. Entonces, con el uruguayo Voltaire en el banquillo, se buscaba un ascenso a la División de Plata que no llegó y ahora el Alavés vuelve a estar en el camino, pero mirando de reojo hacia la Primera División.
La visita acabó 4-1 favorable a los vitorianos y fue el principio del fin que llegaría unas semanas más tarde en Badajoz con aquel 5-1 que dejó un año más a aquel Efesé que presidía Belda en el pozo de la Segunda B. este Cartagena que ahora regresa al feudo del ‘Glorioso’ lo hace por la puerta grande y con muchas expectativas después de sus dos triunfos consecutivos; el Alavés ya suma cinco victorias seguidas y será un choque donde ambos equipos van a tener la mirada puesta en lo más alto.
Luis Carrión, que pronto puede cumplir los cien partidos como entrenador albinegro, sabe a lo que juega y el Alavés causa respeto pero no temor en el técnico cartagenerista, que va a apostar en el feudo babazorro con las mismas armas que sorprendieron hace unos días al inexpugable Éibar en Ipurúa.
El Cartagena tiene los pies en el suelo y sabe muy bien que su principal objetivo es llegar cuanto antes a los 50 puntos pero en el vestuario se habla de algo más. Y ganar en Vitoria al Alavés sería tanto como dar ‘ese paso más’ a lo que quiere jugar el preparador cartagenerista.
Está por delante el Alavés pero también la Ponferradina. Y después el decaido Andorra en la jornada 31 para visitar al Villarreal B en la Cerámica la tarde en la que arrancará la Liga dew verdad, los diez últimos partidos, la recta final donde se va a decidir todo y el Cartagena quiere estar ahí. Para ello hay que sumar partido a partido, sin prisas pero sin pausas. Y Vitoria es lo primero que marca el calendario exigente. Toca el Glorioso’ este sábado, si, pero mirando de reojo al playoff.
Es evidente que de lo que ocurra en los próximos 15 puntos por disputar, hasta la jornada 33, va a depender el futuro inmediato en las últimas jornadas del torneo y el Cartagena, que quiere lograr la permanencia cuanto antes, también aspira a pelear por una de las plazas que todavía no tienen dueño para el playoff.
Y una alerta que no puede pasar por alto: Villalibre es el nuevo ídolo de Mendizorroza. No cabe duda. El delantero vizcaino marcó tres goles en sus dos primeros partidos. Tres goles en apenas una hora en el terreno de juego. Ya en su debut, nada más pisar el estadio gasteiztarra, sintió el calor de la afición, que estaba segura de que el "búfalo" iba a recuperar su olfato goleador con la elástica albiazul.
