Algo más de dos años ha tardado el Cartagena en perder dos partidos seguidos en su estadio. La última vez sería con Víctor Fernández en el banquillo y ocurría en el mes de enero de 2016.
Se perdió ante el Cádiz por 0-1 el 17 de enero y el 31 de enero se caía de nuevo en casa por 0-2 ante el Sevilla At. En medio un 3-1 en el campo de la Balompédica Linense habían caldeado el ambiente en contra de Víctor, quien acabaría despedido por sus valedores, Belmonte y Deseado Flores con Breis ya en la trastienda.
Desde entonces el equipo cartagenerista siempre ha dado la cara en sus partidos caseros, y nunca había vuelto a repetir aquella imagen que ahora recuerda en parte aquella etapa en la que sólo la llegada de Monteagudo pudo enderezar una trayectoria que iba hacia abajo irremisiblemente.