FICHA TÉCNICA
RESULTADO
FC Cartagena 0-2 Real Betis B
ALINEACIONES
FC Cartagena: Limones; Segura (73’ Santisteban), Ceballos, Robusté, Germán; Sergio, Luque; Gato, Migue, Carlos M.; Chus Hevia.
Real Betis B: Pedro; Navarro, Madrigal, Caro, José Carlos, César, Francis (52’ Isaac), Carlos García, Álex Alegría, Juanma (79’ Sergio Navarro), Pibe (57’ Álvaro).
GOLES
0-1, José Carlos (13’); 0-2, Álex (72’)
ÁRBITRO
Escriche Guzmán, del colegio valenciano. Amonestó a Chus Hevia y Santisteban por los locales y a José Carlos por los visitantes.
INCIDENCIAS
Alrededor de 6.000 espectadores en el municipal Cartagonova.
CRÓNICA
Por CARLOS SÁNCHEZ / Fotos de LUIS GODÍNEZ
Lo vivido esta tarde de domingo es la definición gráfica de jarro de agua fría. Este era el partido, esta era la oportunidad, esta era la jornada propicia. Los resultados en el resto de partidos se confabularon a favor de un Cartagena que, de haber ganado al Betis B, tendría la permanencia muy de cara. Pero no. Toca rizar el rizo y afrontar el más difícil todavía: por delante dos jornadas en las que no hace falta ser el mejor, simplemente conseguir que haya cuatro o cinco equipos peores.
Durante la primera parte fue un quiero y no puedo. Los primeros compases ofrecieron la imagen de un Cartagena que buscaba la portería contraria en pos de conseguir un gol que calmara la ansiedad. Sin embargo, esos primeros minutos pasaron sin pena ni gloria, sin más bagaje que un disparo de Migue dentro del área que se fue alto tras una jugada embarullada entre Chus Hevia y Carlos Martínez.
Pronto se percibió que cuando el Betis B la tenía el peligro era constante. Los jóvenes verdiblancos movían la pelota con calidad e intención, y no tenían demasiada dificultad a la hora de encontrar pasillos en la defensa albinegra. Y antes del primer cuarto de hora llegó el mazazo. Un saque de esquina botado por Carlos García que se paseó por el área chica sin encontrar rematador ni defensa que lo mandara a la rambla. En medio del barullo, la pelota acabó en los pies de un José Carlos que puso el 0-1.
CUESTA ARRIBA
En ese momento, los albinegros comprobaron que el partido se haría largo, muy largo. Las aproximaciones del Cartagena llegaban de arrebatos individuales, puesto que los ataques eran desorganizados y anárquicos. Gato, en una bonita galopada por la banda, estrelló el balón en el palo. Ceballos salió de la cueva sorteando rivales y se plantó en el área visitante, pero sin concretar remate. Carlos Martínez y Germán lo intentaron desde la izquierda, pero sus centros a punto estuvieron de golpear el espejo retrovisor de algún coche aparcado en las afueras del estadio.
El Betis seguía con su dominio, y apuró sus opciones de llegar en ventaja al descanso. Tras la reanudación, los locales quisieron empatar rápido, y a punto estuvieron de conseguirlo. Palomeque, sin introducir cambios, efectuó una variante táctica retrasando a Chus Hevia a la mediapunta y dejando a Migue de delantero. El asturiano entró más en contacto con la pelota, y conectaba mejor los ataques cartageneristas, que llevaban más peligro. Eso hizo ir al equipo con más fe a la presión y recuperar más balones. El Betis daba sensación de empezar a quebrarse por momentos. Había una oportunidad.
LA MALDICIÓN DE LOS POSTES
Pero esa oportunidad se estrelló una y otra vez en la madera de la portería de Pedro. O en la ansiedad de un Cartagena que quería marcar el segundo gol antes que el primero, pecando de precipitación. Sin embargo, la estadística llamativa es la de los balones al palo. Hasta en cuatro ocasiones los disparos cartageneristas acabaron empotrados en los límites de la meta bética: el ya citado de Gato, Hevia, Migue y Luque, los dos últimos ya con 0-2 en el marcador.
Porque el Betis remató a los albinegros en una contra que cazó Álvaro. El extremo verdiblanco, fresco y rápido, encaró por dos veces a un Segura que ya estaba tieso – de hecho fue cambiado posteriormente – y se marchó como quiso del defensor. Sirvió un centro para que Álex Alegría, a la media vuelta certificara una de las derrotas más duras de los últimos tiempos.
Queriendo ser optimistas, resulta que estamos tal como estábamos. En la misma posición, con los mismos puntos y a la misma distancia de salir hacia posiciones más cómodas. Pero, con un partido menos para contar. Ahora son ya seis los puntos a repartir, pero sobre todo queda la sensación de un equipo corto, roto y que no ha sabido comparecer el día que tenía que hacerlo. Este Cartagena no ha dado la talla cuando debía.
