Fue un 15 de junio de 1990 cuando en un encuentro épico en el Pabellón Central de Cartagena frente a Calella y ante 3.500 espectadores, el Proexinca lograba el ascenso a Primera División, segunda categoría del baloncesto español. Este sábado, y en otro partido que entrará en los anales de la historia del deporte de la ciudad, y 34 años más tarde, el Odilo ha devuelto a Cartagena al panorama nacional, y además por la puerta grande.
El 60-69 con el que el cuadro albinegro afrontaba el partido en el pabellón Ángel Nieto de Zamora, y que le daba al cuadro castellano el cartel de favorito para el ascenso a la Liga LEB Oro, se quedó en historia; negativa para los locales e histórica para los cartageneros, quienes en un soberbio encuentro no solo fueron capaces de llevarse la victoria de una manera clara, contundente y justa, sino que además obtenían el ascenso de categoría a las primeras de cambio.
Y eso que el partido no comenzó nada bien para los blanquinegros, quienes se fueron al término del primer cuarto con una desventaja de un punto (17-16) después de que los locales presentaran unas magníficas estadísticas en lanzamientos de dos puntos. Todo parecía ponerse de cara para los zamoranos hasta que llegó la ‘apisonadora’ cartagenera. En un segundo cuarto espectacular, los de Jordi Juste no solo fueron capaces de darle la vuelta al electrónico, sino que además, y merced a un parcial de 17-27, se marcharon al descanso con victoria por 34-43. Lo que parecía más que complicado se convirtió en realidad.
El tercer cuarto tuvo color local. Y es que Zamora, apoyado por una afición que llenó por completo el graderío con la convicción de que el ascenso se iba a quedar en casa, volvió a superar a los cartageneros con un 25-21 que dejaba el marcador, a falta de diez minutos, en un 59-64 que les daba el ascenso de categoría. Pero lo mejor estaba aún por llegar. Y llegó, vaya que si llegó. En un último cuarto impresionante del Odilo, un parcial de 19-30 le daba la victoria, el triunfo, el éxito, la historia y el ascenso a la LEB Oro del baloncesto español ante la desesperación y la incredulidad de los seguidores locales, que llegaron a terminar aplaudiendo al conjunto cartagenero en un encuentro que ha devuelto a Cartagena a la segunda categoría del baloncesto nacional.
