6 de mayo de 2014, 10:33
El partido era trascendental para los locales que necesitaban la victoria ante un rival que no se jugaba nada, pero que jugó al máximo de sus posibilidades pese a contar con bajas importantes, que fueron sustituidas por jugadores de gran nivel de su segundo equipo. El encuentro estuvo marcado por el miedo y la presión que sin duda afectó al CBEC, sumado al cansancio mental y físico del partido jugado el jueves anterior en Santomera ante Myrtia Murcia donde los estudiantiles echaron el resto en todos los sentidos.
No obstante, el inicio fue esperanzador con un parcial de 12-4, en el que se evidenciaba qué equipo se jugaba más en la cancha y los visitantes sin sus dos jugadores referencia se estrellaban contra la defensa local como consecuencia de su poca claridad de ideas en ataque. Sin embargo, desde ese momento hasta el final del partido, obviando un par de momentos en tercer y último cuarto, el partido entró en un ritmo lento, de ataques muy estáticos que se alternaban con repetidos fallos por ambos equipos en el pase, en el tiro, en los contraataques… Ambos equipos daban la sensación de jugar un partido de trámite sin poner el 100% de intensidad en las acciones.
El CBEC en ocasiones parecía querer romper el partido con un punto más de agresividad pero en cuanto ponía distancia, el cansancio o la relajación aparecía y Molina Basket apretaba el marcador. 36-31 al descanso y sensación de partido controlado pero con un marcador peligroso.
En la reanudación, el guión fue parecido y pese a que algún arreón local puso al CBEC con ventajas entre 10 y 12 puntos con un buen acierto en el tiro exterior, los locales jugándose todo eran incapaces de amarrar el partido o mantener un ritmo adecuado para dominar el tempo del partido. En el último tirón de los locales, aunque las sensaciones eran peligrosas por los signos de cansancio y falta de fluidez y agresividad del CBEC, la ventaja era de 10 puntos pero un parcial de Molina Basket con 3 triples casi seguidos puso los nervios a flor de piel en la cancha, el banquillo y la grada local de una afición expectante y temerosa por las sensaciones mostrada por el equipo.
Alternancias en el marcador en los últimos 2 minutos y tras un fallo del reloj de 24, el CBEC llegaba de la peor forma posible al final: solo un punto de ventaja y 12 segundos para el ataque de Molina. Estudiantes Cartagena sacó fuerzas de flaqueza y realizó las dos mejores defensas del partido abortando un saque de banda y un saque de fondo a falta de 3 segundos en el que los molinenses no pudieron ni lanzar a canasta. 70-69….Final y estallido de júbilo en el Pabellón de El Albujón. Los jugadores liberando la tensión en un abrazo colectivo en la pista, y los aficionados regalando una calurosa ovación y despedida a los nuestros tras el sufrimiento.
LA FINAL SERÁ ANTE EL HERO JAIRIS
Gran celebración en los vestuarios de equipo y afición y ya toca pensar en preparar la final ante el gran favorito al ascenso, Hero Jairis Alcantarilla. Un equipo con una plantilla de otra categoría y que ha arrasado en la competición perdiendo solo el primer partido de Liga regular y sumando el resto de partidos por victorias, algunas de ellas muy amplias.
No obstante, el CB Estudiantes Cartagena pese a que considera un éxito llegar a la final, intentará competir al máximo esta final y disfrutar de este reto.
