17 de junio de 2014, 13:21
Antes de empezar la fiesta se inauguró el museo donde estaban recopilados los 25 años de su historia, trofeos, camisetas, fotos y distintos recuerdos que hicieron que todos nos trasladáramos a años pasados, a los asistentes al mismo se les veía con una sonrisa en la cara al intentar descubrir quién era quién de las distintas fotos o recortes de periódico.
Ya el domingo, todo comenzó a las 11:30 con juegos para los más pequeños, una gran gymkana de habilidades y un montón de actividades para hacer boca para la gran paella gigante, que fue degustada por los casi 500 comensales. Acto seguido fue el turno del concurso de postres que los padres y madres de los jugadores ofrecieron a todo el que quiso una pequeña porción. Todos fuímos partícipes con nuestras manos de un gran mural que luego se utilizó para decorar los distintos actos y fotos conmemorando los 25 años.
Todos los niños esperaban con impaciencia la llegada de la espuma, todos querían refrescarse y pasar un rato divertido. Sobre las 17:30 empezó a tirar un gran chorro de espuma que pronto inundó las pistas del colegio. Comenzaron los niños y poco a poco se fueron sumando integrantes a la gran fiesta de la espuma, entrenadores, jugadores mayores, incluso terminó la junta directiva al completo en remojo. Fue un momento muy divertido para todos, las cámaras no paraban de sacar instantáneas muy anecdóticas.
Pasamos a momentos más entrañables con la despedida entre equipos, entrenadores y padres, los regalos de rigor y la foto de familia con alguna que otra lágrima. Poco a poco todos se fueron colocando en la grada para terminar la fiesta con la gran foto del 25 aniversario de la Escuela Baloncesto Salesianos presidido por el gran mural con las manos de los integrantes de la misma.
Una de las mejores fiestas de despedida de la historia de la EBS, con la excusa de celebrar su 25 aniversario se hizo por todo lo alto y el resultado fue espectacular, además de emotivo, todos los asistentes dijeron que se lo habían pasado genial, un día de convivencia, hermandad y buen rollo que deja claro que la Escuela Baloncesto Salesianos es más que un club de baloncesto, somos una gran familia que vive sus celebraciones en compañía de todos.
